La reforma financiera promulgada ayer por el presidente Enrique Peña Nieto facilitará el financiamiento para los proyectos derivados de las reformas en sectores como el energético y el de las telecomunicaciones.

 

“La reforma financiera generará un círculo virtuoso con el resto de las reformas estructurales, ya que permitirá financiar las oportunidades de inversión y crecimiento que han abierto y que abrirán dichas reformas”, afirmó Agustín Carstens, gobernador del Banco de México (Banxico), durante la promulgación de la reforma financiera en Los Pinos.

 

El responsable del banco central explicó que la reforma financiera constituye un paso muy importante para incrementar la tasa de crecimiento del producto interno bruto (PIB).

 

Durante el primer año de gobierno de Peña Nieto se aprobaron las reformas energética, de telecomunicaciones, la educativa, laboral, de competencia económica y la hacendaria.

 

“En la medida en que México eleve el nivel de penetración financiera de 26% actual a 52% del PIB, eso se asociará con un incremento permanente de 0.5 puntos porcentuales en la tasa de crecimiento del PIB potencial”, dijo Carstens.

 

“Esa tasa de crecimiento se duplicará durante los siguientes ocho años y sería factible duplicar también el nivel de penetración financiera en el país”.

 

Ante diputados, senadores, así como dirigentes empresariales y banqueros, el banquero central señaló que en varios países donde se aprobaron cambios a su sector financiero se consiguieron resultados similares.

 

“Una reforma como la financiera ayudará a las empresas mexicanas a contar con un mejor crédito bancario”, expuso por su parte Gerardo Gutiérrez Candiani, presidente del Consejo Coordinador Empresarial (CEE).

 

“Como sector privado vamos realizar a través de los organismos y representaciones a nivel nacional una campaña de cómo aprovechar todo este grupo de reformas económicas y cómo podemos ayudar y potencializar el desarrollo regional y de las empresas medianas”, agregó el empresario.

 

La reforma financiera promulgada por el presidente Enrique Peña Nieto está muy completa y sólida, así como fue trabajada por los organismos empresariales y los banqueros, recordó el dirigente empresarial.

 

“Uno de los principales retos es la implementación de la reforma financiera, también que la banca privada y de desarrollo se coordinen para que realmente reduzcan el costo del crédito y haya un acceso de manera fácil al financiamiento”, comentó Gutiérrez Candiani.

 

En opinión del gobernador de Banxico, una mayor disponibilidad de crédito a los hogares permitirá suavizar los niveles de consumo, cuando la economía mexicana transite por la parte baja del ciclo económico.

 

“Ese solo hecho ya implica una ganancia en términos de bienestar, pero además supone un aumento importante en el consumo y con ello un incremento en el PIB”, dijo Carstens.

 

La reforma financiera incrementará el crecimiento potencial del país por la vía de una mayor oferta de crédito para empresas pequeñas y medianas que hoy en día tienen insuficiente capital para consolidarse, a pesar de ofrecer productos innovadores y actuar en mercados con crecimientos dinámicos, señaló.

 

“El papel que la reforma otorga a la banca de desarrollo, la cual tendrá las herramientas idóneas para asegurarse de que el financiamiento llegue a empresas pequeñas con proyectos innovadores que tienen la capacidad para incrementar la productividad del país y, por lo tanto, el PIB potencial de México”, dijo el ex secretario de Hacienda y Crédito Público (SHCP).

 

“La reforma financiera impondrá un mayor costo de oportunidad a la permanencia en la informalidad, ya que sólo incorporándose a la economía formal, los pequeños emprendimientos innovadores tendrán acceso al capital que requieren para desplegar todo su potencial productivo”, dijo.

 

Una característica clave de la arquitectura de la reforma ha sido la búsqueda de cuatro balances, siendo el primero el potenciar el crecimiento del crédito, pero sujeto a una mayor capitalización, requerimientos de liquidez, un régimen de resoluciones de bancos apegado a los nuevos estándares internacionales y una ampliación del perímetro regulatorio a otros intermediarios financieros, manifestó el titular de Banxico.

 

“El segundo balance se da en la solidez de las instituciones financieras y una mayor movilidad de los usuarios entre las mismas. Este balance debe surgir a partir de una competencia sana en el sistema financiero, entre intermediarios y en el sistema de pagos”, añadió.

Carstens explicó que el balance entre la necesidad imperiosa de proteger a los usuarios de los servicios financieros, así como darles un mayor acceso a dichos servicios, con la exigencia de evitar prácticas que debiliten en su esencia a la  intermediación financiera, como son aquellas derivadas de los incumplimientos de obligaciones.

“Por último, en esta reforma hay también un balance entre la mayor flexibilidad que se le está otorgando a la banca de desarrollo con la obligación que tendrá de facilitar al acceso a los servicios financieros a quienes hoy carecen de ellos”, dijo.