American Airlines emergió de la bancarrota y US Airways culminó la larga búsqueda de un socio de fusión, cuando las dos completaron este lunes el acuerdo para crear la mayor aerolínea del mundo.

 

Es la última en una serie de fusiones que deja a cuatro aerolíneas en control de más de 80% del mercado de viajes aéreos en Estados Unidos. Con menos competencia, las aerolíneas han conseguido aumentar precios y regresar a la rentabilidad.

 

La vieja compañía matriz de American, AMR Corp., desaparece, reemplazada por el nuevo American Airlines Group Inc. El director ejecutivo Doug Parker hizo sonar remotamente la campaña de apertura del índice Nasdaq, flanqueado por ejecutivos y líderes sindicales de ambas aerolíneas y frente a una muchedumbre de empleados jubilosos.

 

“Nuestro objetivo es restaurar American Airlines a su posición como la mejor aerolínea del mundo”, dijo Parker. La mayor aerolínea hasta el 2008, American batalló durante un decenio de enormes pérdidas y cayó por debajo de United y Delta.

 

Para los pasajeros, la fusión no va a significar muchos cambios inmediatos. Si el acuerdo provoca o no aumentos en los precios de los boletos, el asunto central en los cuestionamientos legales del gobierno y grupos de consumidores, queda por verse.

 

Parker rechazó la idea de que la existencia de menos aerolíneas vaya a llevar a boletos más caros porque, dijo, la nueva American planea mantener todos los servicios ofrecidos por American y US Airways.

 

“Los precios en las aerolíneas son iguales que los de cualquier otro negocio: se corresponden con la oferta y la demanda, y nosotros no vamos a reducir la oferta”, dijo en una entrevista.

 

Los miembros elite de los dos programas de viajero frecuente van a recibir beneficios recíprocos a inicios de enero, y otros cambios van a ser introducidos progresivamente, dijeron ejecutivos. Las aerolíneas esperan poder reservar boletos para pasajeros en vuelos de la otra, aumentando la disponibilidad para los usuarios de las dos.

 

Tomará dos años para combinar completamente las flotillas y fuerzas laborales de las dos aerolíneas, dijo Parker. US Aiways se sumará ahora a Continental, Northwest y otras aerolíneas que solamente sobreviven en el recuerdo de empleados y viajeros.

 

Las fusiones de aerolíneas son notoriamente difíciles. United se ha visto plagada de problemas en sus redes de computadoras desde que se combinó con Continental, lo que ha causado demoras de vuelos. Los sistemas tecnológicos de las aerolíneas lo manejan todo, desde información sobre pasajeros hasta el peso y equilibrio en cada vuelo. Además están las dificultades de fusionar dos grupos de empleados, en este caso representados por dos sindicatos. US Airways ya ha pasado por ese proceso, aún no ha integrado completamente las tripulaciones de pilotos su fusión con America West, y ese acuerdo fue concluido en el 2005.

 

Los gremios en American recibieron a Parker como un héroe. Su respaldo a una fusión encabezada por ejecutivos de US Airways fue el punto decisivo, cuando el director ejecutivo de AMR trataba de mantener su aerolínea independiente. Por sus esfuerzos, los gremios ganaron acciones en la nueva compañía.

 

“Su mayor reto (para Paker) va a ser mantener el sentimiento positivo”, dijo Vicki Bryan, analista con la firma Gimme Credit. “ÉL está en el pico de ‘felicidad’ en estos momentos. Tiene que mantener contentos a los gremios, tiene que mantener funcionando las computadoras, tiene que mantener el globo en el aire”.