De las 5.8 millones de familias beneficiadas con el programa Oportunidades, una de cada cuatro es propietaria de un terreno que no siempre está produciendo. Esta situación los convierte en dependientes de las transferencias monetarias de dicho programa.

 

Durante el foro internacional “La estrategia productiva en el desarrollo social”, la titular de la Secretaría de Desarrollo Social, Rosario Robles reconoció que desde hace tres décadas existe el mito de que la gente en situación de pobreza no puede ser productiva.

 

Por ello, la población beneficiada con el programa de transferencias económicas no había recibido apoyo para impulsar actividades productivas que reactiven la economía familiar,  a pesar de que seis de cada 10 afiliados prefería un empleo y un ingreso fijo, en lugar del apoyo económico mensual.

 

“Ahí hay una fase muy importante de que si los vinculamos a proyectos productivos  y mecanismos de organización, cooperación y agregar valor en la medida que exista una cadena productiva, podremos dotarlos de mejores herramientas”, refirió la secretaría.

 

Ante esta situación, Jacques Rogozinski, director general de Nacional Financiera, recordó que hace un par de semanas arrancó el Programa de Opciones Productivas, que cuenta con un fondo de de capital semilla de 100 mil pesos por proyecto para los habitantes de los municipios de la Cruzada contra el Hambre.

 

A 10 meses de que arrancara la cruzada, Robles presumió los avances en los 31 estados donde ya funciona, aunque declinó hablar sobre el caso del Distrito Federal donde no se ha firmado el convenio para iniciar las transferencias a las delegaciones Álvaro Obregón, Gustavo A. Madero, Iztapalapa y Tlalpan.