Dinamarca y Nueva Zelanda son los países con menor índice de percepción de corrupción con 91 puntos de 100, reveló hoy Transparencia Internacional, que destacó que de las primeras 15 posiciones 11 son naciones de Europa Occidental. México figura en la posición 106 con una calificación de 34.

 

La organización internacional, con sede en Berlín, indicó que España es el país europeo en el que han subido en forma veloz las prácticas corruptas, al ubicarse en la posición 40 con 59 puntos, en un índice en el que 100 muestra que el nivel de percepción de corrupción es nulo.

 

En España se registran en la actualidad procesos por corrupción contra miembros de la familia real, así como acusaciones contra el actual gobierno.

 

Transparencia Internacional precisó que el índice midió a 177 países, y que la nación con el lugar más bajo y por consiguiente con el mayor nivel de corrupción entre los países del continente europeo fue Grecia, que quedó en la posición 80 con 40 puntos.

 

Por debajo de España quedaron Lituania (en la posición 43), Hungría (47), Letonia (49), Turquía (53), Croacia (57), República Checa (57), Macedonia (67), Montenegro (67), Italia (69), Rumania (69), Bosnia Herzegovina (72) y Grecia (80).

 

La última posición en el índice total lo ocuparon en forma conjunta Afganistán, Corea del Norte y Somalia con ocho puntos cada uno, mientras más se acerca a cero el índice, el nivel de percepción de corrupción es más alto.

 

Alemania se ubicó en el lugar 12 con 78 puntos, y con ello mejoró en un lugar su calificación respecto a 2012.

 

Al respecto, la presidenta de Transparencia Alemania, Edda Müller, declaró este martes en conferencia de prensa que en este país europeo se debe poner mayor atención en el “lobbysmo” y que el gobierno debe llevar a cabo una ofensiva en favor de la integridad.

 

Müller apuntó que las elecciones del pasado 22 de septiembre mostraron que la actual canciller federal, Angela Merkel, cuenta con mucha confianza en su integridad por parte de los electores.

 

Sin embargo, señaló que el nuevo gobierno debe actuar en contra de las “preocupantes tendencias en el lobbysmo, y crear para ello un marco transparente en el que se puedan mover los políticos y los cabilderos”.