La policía de Tailandia lanzó hoy gases lacrimógenos y cañones de agua contra los manifestantes en contra de la primera ministra, Yingluck Shinawatra, que tratan de ocupar la sede del gobierno en Bangkok, protegida con bloques de hormigón y miles de soldados.

 

Cientos de manifestantes enmascarados trataban de saltar las vallas de hormigón y cortar la alambrada de espinos que protegen las distintas entradas de la Casa de Gobierno, por lo que la policía se vio obligada a repelerlos, informó el diario Bangkok Post en su sitio web.

 

Según las autoridades, los manifestantes contrarios al poder Ejecutivo, lanzaron explosivos caseros contra el cordón policial que rodea la sede del gobierno en Bangkok.

 

En el octavo día de protestas contra la primera ministra y tras una jornada de protestas en la que cinco personas han muerto y 45 han resultado heridas, los manifestantes iniciaron varias protestas en diversos puntos de la capital para derrocar al gobierno de Shinawatra.

 

Los inconformes pretenden ocupar 10 edificios del gobierno tailandés, seis cadenas de televisión, la sede central de la Policía Metropolitana y la oficina de Shinawatra, a la que la oposición acusa de corrupción y ser un títere de su hermano Thaksin.

 

Sin embargo en un primer embate en contra de las televisoras, la policía actuó con gases lacrimógenos para dispersarlos por lo que se congregaron en la casa gubernamental.

 

La ira de los manifestantes fue provocada por un proyecto de ley de amnistía, redactado según ellos deliberadamente para permitir el regreso de Thaksin, que vive en el exilio para escapar a una condena de dos años de prisión por malversación financiera.

 

Los manifestantes, que cuentan con el apoyo del opositor Partido Demócrata, han ocupado el Ministerio del Interior, el Ministerio de Finanzas, el canal de televisión pública Thai TBS y la sede de la agencia de lucha contra el crimen, según la oposición.

 

Sin embargo, la policía tailandesa desmintió que los manifestantes hayan asumido el control de varios edificios oficiales, tal y como aseguraron los líderes de la protesta.

 

Horas antes, los “camisas rojas”, leales a la primera ministra, pusieron fin a la movilización en un estadio de Bangkok después de conocer que cinco de sus miembros, incluido un estudiante, habían muerto en los enfrentamientos de anoche.

 

“Para no complicar más la tarea del gobierno, hemos decidido dejar que la gente vuelva a casa”, dijo su dirigente, Thilda Thavornseth.

 

La primera ministra Shinawatra, quien se encontraba en el estadio Rajamangala -con capacidad para unas 49 mil personas-, salió del recinto ilesa y escoltada por agentes de seguridad, según el Bangkok Post.

 

Por su parte, el líder de los manifestantes que se oponen al gobierno de Tailandia dijo inesperadamente que se reunió con la primera ministra este domingo después de un día de enfrentamientos entre sus simpatizantes y la policía pero la desafió al decirle que no aceptarán nada que no sea la renuncia del gobierno y su sustitución por un concejo designado.

 

Suthep Thaugsuban dijo que su reunión con la primera ministra Yingluck Shinawatra fue auspiciado por las fuerzas armadas tailandesas, que son neutrales en el conflicto, según dijo. Su relato del desafío recibió la aclamación de sus simpatizantes.