Nada como la ilusión para crear realidades aparentes.
El subejercicio del presupuesto 2013 por parte del Gobierno tuvo un efecto muy claro en la actividad económica a lo largo del año: Desaceleración. Crisis pues. La economía no alcanzó las expectativas de propios ni de extraños.
A lo largo del año se concretaron algunas reformas llamadas estructurales -Financiera, Fiscal, Educativa, vienen la Energética y Política…- que se han presentado como pilares fundamentales de la plataforma del ansiado crecimiento económico nacional.
Pensando mal, como los tiempos y la historia política de este país lo exigen, la “ilusionicracia” ha empezado a operar desde el día uno de la actual administración federal.