PARÍS. La OCDE recortó abruptamente la previsión del crecimiento económico de México para 2013.

En su informe semestral de Perspectivas, la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE) limita al 1.2% el incremento esperado del producto interior bruto (PIB) de México en 2013, frente al 3.4% que había augurado en mayo, sobre todo por el impacto del descalabro de la demanda procedente de Estados Unidos.

 

También bajó su previsión sobre la economía global en 2013 y en 2014 debido, en particular, a los problemas observados en las economías emergentes, que van a tener efecto sobre los países desarrollados, para los que augura una recuperación modesta, sobre todo para los europeos.

 

La OCDE señaló que el producto interior bruto (PIB) mundial aumentará este año 2. % y un 3.6% el próximo, medio punto menos de lo que había estimado en mayo. La cifra debería subir hasta el 3.9% en 2015.

 

El economista jefe de la organización, Pier Carlo Padoan, señaló en un editorial que una mayor ralentización de los emergentes tendría consecuencias negativas sobre todo en Japón y en Europa, donde, aunque se han suavizado algunos de los riesgos más agudos de la crisis de la zona euro, no está libre de que se reanuden de nuevo las tensiones.

 

Sin embargo, la organización anticipa un fuerte repunte del 3.8% de la actividad en México en 2014, una décima más de lo calculado hace seis meses, y la cadencia debería pasar incluso al 4.2% en 2015, a medida que Estados Unidos se recupera y surten efecto los estímulos fiscales que se han puesto en marcha.

 

Una parte de las esperanzas de los autores del informe están depositadas en la reforma pendiente de la energía, que debe reducir los obstáculos a la inversión privada en el sector.

 

El casi estancamiento de la inversión (0.8% tras el ascenso del 4.5% en 2012) es, precisamente, uno de los factores que explica la severa desaceleración económica de este año, de la mano entre otras cosas del parón en la construcción y de retrasos en algunos grandes proyectos de infraestructuras.

 

Todo eso se espera que se corrija a continuación, con una subida del 5.1% de la inversión en 2014 y del 5.4% en 2015.

 

Otro de los elementos del bache que ha atravesado México este año es la ralentización en la progresión de las exportaciones, que se quedará en un 2.2%, tras el 4.2% en 2012. La situación debería recuperarse a continuación, con un ascenso del 5.9% en 2014 y del 6.5% en 2015.

 

La OCDE advierte de que persisten riesgos sustanciales sobre la economía mexicana, en particular a la baja. La principal amenaza viene de Estados Unidos, ya que una mayor tensión en la política monetaria de la Reserva Federal podría generar inestabilidad financiera y un incremento de los tipos de interés en México.

 

Además, si el Gobierno no pudiera aprobar las reformas prometidas en la energía y en el sistema financiero, eso retrasaría la esperada aceleración de la actividad.