La recesión va a intensificarse en España, con una caída del 1.4 % el año próximo y una tímida recuperación del 0.5 % en 2014, según la Organización para la Cooperación y Desarrollo Económico (OCDE), que pide que no se apliquen recortes suplementarios, aunque se van a incumplir los objetivos de reducción del déficit, por los efectos negativos que ya tiene el ajuste.

 

En su informe semestral de Perspectivas, la OCDE revisó así a la baja sus expectativas de crecimiento para la zona euro para los dos próximos años y advirtió también de que hay que evitar recortes excesivos por su impacto recesivo.

 

Sobre la economía española para 2013 respecto a la recesión del 0.8 % que auguraba en mayo, y se alineó con las cifras presentadas por la Comisión Europea a comienzos de mes.

 

El retroceso del 1.4 % es peor que el del 0.5 % que calcula el gobierno, y la organización lo explicó en parte por el ajuste fiscal y por los elevados tipos de interés que tienen que pagar para financiarse tanto los bancos como el propio Estado, aunque las condiciones hayan mejorado desde el anuncio en septiembre del Banco Central Europeo (BCE) sobre su programa de compra de deuda pública.

 

Otros motivos son una tasa de desempleo que subirá de una media del 25 % de la población activa este año al 26.9 % en 2013, nivel en que quedará prácticamente estancado en 2014 (26.8 %), así como la debilidad de la demanda de los principales socios comerciales de España en Europa.

 

Aunque consideró que el programa de recortes puesto en marcha por el Gobierno “es a la vez apropiado y necesario para restablecer la confianza”, “continuará debilitando la economía”.

 

Los autores del estudio dan por hecho que el ejecutivo aplicará íntegramente las medidas anunciadas para llevar a cabo recortes por el equivalente del 2.7 % del Producto Interior Bruto (PIB) en 2013 y de un 1 % suplementario en 2014.

 

Eso permitirá disminuir el déficit público a un ritmo muy inferior al que quería el Gobierno, ya que este año se quedará en el 8.1 % del PIB (frente al 6.5 %), en 2013 en el 6.3 % (frente al 4.5 %) y en 2014 en el 5.9 %.

 

Los autores del informe auguraron que este año la economía española caerá un 1.3 %, en este caso menos de lo que calcula el Gobierno y también menos del retroceso del 1.6 % que había anticipado hace seis meses en su anterior informe.

 

Pero la recesión del año próximo será la tercera más grave de los seis países de la OCDE (de un total de 34) en que habrá una disminución del PIB, tras la de Grecia (-4.5 %), Eslovenia (-2.1 %) y Portugal (-1.8 %).

 

Y en 2014, la evolución prevista para España será la segunda peor de todo el mundo desarrollado, con la sola excepción de Grecia que seguirá por séptimo año consecutivo a la baja (-1,3 %).

 

El conocido como el “Club de los países desarrollados” hizo un llamamiento a que la reestructuración del sector bancario español se lleve a cabo de forma enérgica, y que los tenedores de deuda subordinada de las entidades asuman las pérdidas.

 

Se trata -subrayó- de “recapitalizar rápidamente los bancos viables y cerrar los no viables” para lograr una recuperación “gradual” de una oferta crediticia saneada.

 

Entre los pocos elementos positivos del diagnóstico está la mejora de la competitividad de España, a lo que contribuye la baja inflación subyacente con los salarios a la baja, que ha permitido una situación de excedente comercial que no se daba desde 1998, y que ha recortado el déficit por cuenta corriente del pico del 10 % del PIB en 2007 a alrededor del 2 %. (EFE)+