Luis Alberto Villarreal, el político guanajuatense que ha conducido a los diputados panistas entre las turbulencias en el Congreso, aliado del líder del PAN Gustavo Madero, fue acusado anónimamente la semana pasada de extorsión y corrupción, a través de un periódico éticamente laxo que sirvió para calentar aún más la caldera en la casa panista. En la cúpula del partido no hay duda que los ataques a Villarreal son parte de la disputa por la presidencia del PAN, y la redefinición de la relación con el gobierno en el Pacto por México.

 

Los golpes comenzaron el jueves, cuando el periódico Reforma publicó en primera plana que varios alcaldes se decían víctimas de extorsión de diputados federales a cambio de beneficios presupuestales. En el antepenúltimo párrafo citaba a un diputado federal panista, también sin identificarlo, que acusaba a Villarreal, el único mencionado por nombre en el texto. No tuvo impacto, por lo que el viernes, Reforma recicló la información con el nombre del coordinador parlamentario en su titular.

 

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