Atoyac, Gro.- Cientos de personas bajaron ayer de la parte alta de la Sierra de Atoyac, Guerrero, para el sepelio de Rocío Mesino Mesino, fundadora de la Organización Campesina de la Sierra del Sur (OCSS), y que fue asesinada el sábado.

 

Acudieron también distintas organizaciones sociales que se congregaron en la plaza principal de Atoyac de Álvarez, donde están los restos del profesor y líder guerrillero Lucio Cabañas, muerto en un enfrentamiento con el Ejército en 1974. Todos los asistentes, en una marcha, exigieron justicia al gobierno federal y estatal.

 

De acuerdo con una fuente de primer nivel del gobierno federal, el crimen de la activista, puede alertar de un cambio en la movilización social de la zona o de la descomposición en la región, generando, explicó, un nuevo y más fuerte “punto de ingobernabilidad”.

 

Por ello, dijo el funcionario, se debe permanecer alerta, tras el asesinato, para ver lo que ocurre en las próximas semanas en la zona, si se registran más asesinatos, cuál será el discurso que adoptarán las organizaciones civiles y los grupos subversivos; así como la actuación del crimen organizado.

 

“Será muy importante que las autoridades locales investiguen a fondo y pronto den a conocer a los responsables, eso ayudaría a desactivar cualquier sensación de ingobernabilidad”, añadió.

 

Investigaciones

 

Las autoridades, por ahora, siguen varias líneas de investigación, entre ellas, la confrontación entre organizaciones sociales de la región, la depuración al interior de grupos subversivos, la participación de grupos de narcotraficantes o conflictos entre familias.

 

Sin embargo, el liderazgo e influencia de Rocío Mesino, en esa zonas del país, una de las más pobres y de mayor tradición guerrillera, no se reduce a la OCSS, que se le identifica como organización sólida, con capacidad real de movilización y como fachada de grupos subversivos, sino que su interlocución con autoridades, para obtener beneficios comunitarios, rompe un eslabón muy importante en la capacidad de intermediación de las comunidades con el gobierno.

 

Además, la OCSS es la misma organización social que el 28 de junio de 1995 fue emboscada por la policía estatal, que asesinó a 17 campesinos, hecho conocido como “La matanza de Aguas Blancas”.

 

Rocío Mesino era la dirigente campesina emblemática que año con año, cada 28 de junio, exigía justicia por la muerte de los campesinos.

 

Diez años después, el 18 de septiembre de 2005, su hermano Miguel Ángel Mesino fue asesinado por hombres armados en pleno centro de la cabecera municipal y, posteriormente, un grupo guerrillero denominado Tendencia Democrática Revolucionaria-Ejército del Pueblo (TDR-EP) se adjudicó su ejecución, en un contexto de purgas intestinas entre las agrupaciones clandestinas.

 

Miguel Ángel Mesino era considerado un mando importante del grupo guerrillero Comité Clandestino Revolucionario de los Pobres-Comando Justiciero 28 de Junio (CCRP-CJ28).

 

El sábado pasado, alrededor de la una de la tarde, dos hombres jóvenes a bordo de una motocicleta, que no fueron identificados como de la región pero que la conocían, llegaron a la comunidad y, uno de ellos, disparó contra Rocío Mesino Mesino, utilizando un fusil AK-47.

 

La activista social estaba en un punto de la Sierra Madre del Sur, en la ruta a Mexcaltepec, donde supervisaba los trabajos de un comedor comunitario y de un puente artesanal que construían habitantes de esa región para cruzar el Río Atoyac, después de que los embates de la tormenta tropical Manuel destruyeron la estructura original.