Durante estos días, un buen amigo periodista me compartió que hace aproximadamente 2 años, la casa editorial para la que trabajaba tomó una decisión que hizo que su más cercana colaboradora le hiciera la pregunta: “¿Por qué nos tratan así? ¿Solo por ser Internet?”. Él  respondió: “Espérate unos 3 años y verás que las cosas son al revés”.

 

La historia coincide con lo que ahora parece hacer realidad uno de los diarios más prestigiados del mundo, el británico “The Financial Times”, publicación que en una carta dirigida a sus empleados el pasado martes, estableció la importancia del trabajo periodístico en su versión digital, dando un grado de influencia y jerarquía muy importante con respecto a lo que, hasta el momento había sido la estrella de los medios de información como aquel donde mi buen amigo trabajaba: la redacción de la versión impresa.

 

“El proceso de publicación del periódico de los años 70, en el que se hacían múltiples cambios a las múltiples ediciones en el transcurso de la noche, está muerto. En el futuro, nuestro producto impreso se derivara de nuestra oferta web, y no al revés”, sentenció la misiva enviada por el editor Lionel Barber.

 

Un ángulo interesante de analizar acerca del movimiento del Financial Times es el ya descrito, la importancia que la información publicada en medios digitales ha cobrado en relación a la información de los medios impresos, que en general, se ha vuelto obsoleta. Sin embargo, la “joya de la corona” de la decisión del diario británico radica no en tomar la decisión de moverse a digital, que como diría la frase cliché, “es el futuro” (en realidad, debería ser presente), sino en lo que el diario hará con su edición impresa: explicar alrededor de los temas más importantes del día con páginas, datos, y gráficos que representen información complementaria que aún mantengan el valor del periodismo y agreguen información que no necesite ser consumida en tiempo real, como hoy ocurre con los acontecimientos noticiosos. Interesante forma de mantener vivo, al menos por un tiempo más, a su tradicional negocio de papel.

 

¿Por qué el Financial Times está tomando esta decisión? Evidentemente el cambio en los hábitos de consumo de información que han derivado en un impacto económico de sus ganancias. Durante el mes de Agosto, la edición impresa de Financial Times tuvo una venta diaria promedio de 236 mil 281 ejemplares a nivel mundial, un 15% menos que lo vendido en el mismo mes el año anterior.

 

“Estamos listos para tomar los siguientes pasos en nuestra estrategia de ‘primero digital’. Es una oportunidad maravillosa, y retadora para todos los periodistas del Financial Times. Significa cambios en nuestras prácticas laborales, una derivación de recursos hacia nuestra redacción de ft.com, y un replanteamiento significativo de nuestro periódico en papel”, continuó Barber. “Los cambios impactarán la estructura de nuestro newsroom y la forma como practicamos periodismo… El nuevo Financial Times será producido por un equipo pequeño enfocado a la sección impresa que trabajará con un equipo de producción diario para web mucho más grande”.

 

El Financial Times se suma a la lista de los medios que voluntaria o forzadamente dan un vuelco muy importante hacia web. Creo que en este caso, la estrategia detrás denota que están dándolo a tiempo y por decisión propia. No sabemos si este primer paso significará, como ya se especula, la puerta hacia convertirse en un producto exclusivamente de web. Lo que sí es un hecho es que la historia de “ser tratados diferente por ser los de internet”, en el contexto de la plática que sostuve en esta semana, -de mejor forma que los que trabajan para la edición impresa-, parece hacerse realidad.