El ex presidente municipal de Acapulco, Manuel Añorve Baños, rechazó cualquier responsabilidad en la construcción de viviendas en zonas de riesgo durante sus gestiones de 1997 a 1999 y de 2009 a 2011.

 

“En 1998, cuando fui presidente municipal interino, me tocó la reconstrucción de Acapulco después del huracán Paulina. Hay quien cuestionó las obras de reconstrucción del huracán Paulina, pero hoy con este fenómeno hidrometeorológico la zona que no fue afectada fue la de la reconstrucción: cauces pluviales, pasos vehiculares, etcétera”.

 

“Cuando regreso a ser presidente municipal constitucional en 2009, me encuentro con una nueva mancha urbana. Ya habían cambiado el uso de suelo, de zonas de humedales, cuencas pluviales, de cuencas de río y hasta de mangares”, afirma.

 

Entre 1999 y 2008, los presidentes municipales fueron Zeferino Torreblanca, Alberto López Rosas y Félix Salgado Macedonio.

 

“En 2009 me encuentro con cambio de uso de suelo, que ese el tema, me encuentro con licencias autorizadas para la construcción de zonas habitacionales y un nuevo plano regulador, con más de 10 mil casas habitación en esta zona y centros comerciales diversos. Así encuentro Acapulco en mi calidad de presidente municipal constitucional”, insiste.

 

El ahora diputado federal priista subraya que está apoyando la investigación para deslindar responsabilidades, al tiempo que pidió que dichas indagatorias no sólo sean contra quién dio las licencias sino también contra autoridades federales que autorizaron los impactos ambientales y la construcción de viviendas en cuencas pluviales.

 

“Yo alerté a las autoridades competentes, a todas, porque había pasado en 2007, que no fue mi gestión, Arriette, un fenómeno que había dañado parte de estas unidades habitacionales, pero todo mundo me argumentaba que no había dinero”.

 

“A mí me tocó alertar a las autoridades del cambio de uso de suelo, las licencias de construcción, así como las autorizaciones federales ha provocado todo este problema que nunca debió haberse registrado”.

 

Añorve Baños advirtió que una obra federal que colapsó en esta emergencia fue el reencauzamiento del río de la Sabana. “Habrá también que ver quién autorizó la laguna de Tixtla”.

 

Los granos de sal

 

Por su parte, Jaime del Río Castillo, director de relación con inversionistas de Consorcio ARA, dijo no descartar casos de corrupción, “´pero no es nuestro caso, si hubiera una cuestión de corrupción, digo, sería si posiblemente estás situado en un lugar inadecuado. Ahora, aquí la corrupción hay que también tomarlo con un grano de sal”.

 

En entrevista, explicó que debido a la crisis que se vive en México con las principales desarrolladoras de vivienda en el país, como son GEO, Urbi y Homex, se les está acusando a todas las constructoras de manera innecesaria.

 

“Y también de manera un poco desconsiderada, ya que nuestros desarrollos no tienen afectación alguna. Ninguno de los cinco desarrollos habitacionales que tenemos de ARA en Acapulco sufrió daño alguno”, detalló el directivo.

 

A su vez, Casas GEO declaró que no están dando entrevistas al respecto en este momento: “Yo no soy vocero de la compañía, déjame ve si alguien puede hablar porque nadie está dando ninguna entrevista al respecto”, dijo Alejandro Haiducovich, gerente corporativo de comunicación social de Corporación GEO.

 

Ayer, 24 HORAS publicó que una investigación preliminar a nivel nacional y estatal descubrió que la autorización irregular de permisos para construir viviendas de interés social en Acapulco apunta a cuatro ex alcaldes y por lo menos tres desarrolladores de casas de interés social.

 

Además de esto, Luis Felipe Puente, coordinador de Protección Civil de la Secretaría de Gobernación, afirmó en conferencia que investigará a las constructoras que desarrollaron viviendas en cursos pluviales, por casos de corrupción.

 

En la primera entrevista con este diario, el lunes pasado, Jaime del Río Castillo, explicó que ARA adquirió los terrenos de acuerdo a los estándares de venta de las autoridades correspondientes, ya que si compraran terrenos que saben que están en riesgo, sería en detrimento de su misma compañía.

 

“No tendría sentido meternos un autogol”, dijo Del Río.

 

De acuerdo con el directivo, las acusaciones que están vertiendo en contra de los desarrolladores más grandes de vivienda de interés social, se deben a la crisis por la que pasa el sector de la vivienda en el país.

 

“Homex, Geo y Urbi son tres competidores que la verdad han pasado por un gran descalabro financiero, particularmente Urbi y Geo, porque inclusive los deslistaron, los suspendieron de la bolsa; entonces, todas las noticias que ha habido sobre la vivienda en México han sido muy desafortunadas. Yo lo que creo es que vale la pena tenerlo en perspectiva, yo no dudo que haya habido desarrollos irregulares,  que también es un contubernio con las autoridades”, declaró.