El homicidio de un estudiante de medicina, el plagio y asesinato de 13 jóvenes sepultados en una fosa clandestina, el secuestro de un colombiano a plena luz del día; estos son casos ocurridos en el Distrito Federal, con un común denominador: la complicidad de policías de la ciudad.
En el papel, la Secretaría de Seguridad Pública capitalina (SSPDF) cuenta con una de las fuerzas policías más controladas y confiables. Su organización recae en un Mando Único, como el que se quiere implementar a nivel nacional, y desde enero concluyó al cien por ciento con los exámenes de control de confianza en todos los niveles.
Pero en los primeros meses del actual gobierno, incidentes delictivos de alto impacto han puesto en evidencia a policías que en algunas situaciones, abusaron de la fuerza, y en otras, se han coludido probablemente con el crimen organizado, de acuerdo con las averiguaciones.
No se trata de infracciones viales o de la “mordida”, sino al menos de tres casos que hasta ahora han dejado como saldo 14 personas muertas y una desaparecida.
En investigaciones como la del caso Heaven, el secuestro de los jóvenes sacó a la luz una red de protección de policías preventivos cuya complicidad no se remonta a este hecho, sino a meses de encubrimiento al tráfico de drogas, extorsión, entre otros delitos.
Otra indagatoria que apenas arranca, la del secuestro videograbado de un colombiano en la colonia Narvarte, ya arrojó la complicidad de un policía adscrito precisamente al área encargada de supervisar e investigar los actos irregulares de otros uniformados.
Datos del Primer Informe de Gobierno de Miguel Ángel Mancera revelaron que del 5 de diciembre del 2012 al 31 de julio pasado, 128 policías capitalinos fueron entregados por la SSPDF al Ministerio Público por su presunta responsabilidad en hechos delictivos.
Esto significa que en promedio, al menos un uniformado fue detenido cada dos días durante la actual administración por cometer un delito.
El estudiante asesinado
El 28 de diciembre, Josafat Hasam López Balderas, de 23 años, estudiante de quinto semestre de la carrera de Médico Cirujano, fue retenido por habitantes del barrio de Tepito que querían golpearlo, con el pretexto de que se había robado unos artículos.
Al sitio llegó la patrulla P2030 de la UPC Morelos, con los policías Arael de la Paz Miranda y Óscar Espinoza Piña, quienes recogieron al joven y prometieron que lo entregarían al Ministerio Público, pero al llegar a la agencia el estudiante estaba inconsciente y minutos más tarde murió.
Varios días después, la autopsia reveló que López Balderas falleció por la asfixia que le provocaron los policías al aplicarle una llave en el cuello, no sin antes haberlo golpeado en repetidas ocasiones. Los uniformados fueron consignados el 17 de enero, y actualmente están bajo proceso por homicidio agravado.
El falso paraíso
La madrugada del domingo 26 de mayo, un grupo de jóvenes, la mayoría originarios de Tepito, llegaron al bar denominado Heaven ubicado en la Zona Rosa. Nunca más se les vio con vida. Los cuerpos de las 13 víctimas fueron encontrados tres meses después en una fosa clandestina en el Estado de México.
Las investigaciones revelaron que policías preventivos adscritos a la UPC Ángel-Zona Rosa brindaban protección al grupo delictivo de la Unión, responsable del plagio y homicidio. La colaboración se extendía más allá de este caso, pues desde hace al menos dos años los uniformados encubrían las actividades ilícitas en la zona, entre ellas el tráfico de drogas.
Hasta ahora hay cuatro policías preventivos arraigados: Édgar Ernesto Gutiérrez Vera, Daniel Valverde Trujillo, Jorge Clemente Martínez y José Zequera Zavala. Las indagatorias continúan porque hay la sospecha de más policías involucrados, entre ellos mandos.
El colombiano
El 20 de septiembre un video en la página de Internet de You Tube mostró como un automovilista, que ahora se sabe es ciudadano colombiano, fue sacado de su vehículo en pleno Eje 1 Poniente Cuauhtémoc por cuatro personas con uniformes de policías y dos motos, al parecer de la corporación. El extranjero fue metido a una camioneta particular y se desconoce su paradero.
Las investigaciones ya derivaron en la detención y arraigo de Apolonio Pérez Tapia, adscrito a la Dirección General de Inspección Policial de la SSPDF. El dispositivo GPS de su radio permitió descubrir que este policía estuvo en el lugar de los hechos y a la misma hora en que ocurrieron.
Llama la atención que este uniformado estaba adscrito al área que se encarga de supervisar que los demás policías de la corporación cumplan de forma adecuada con sus funciones, y de indagar posibles actos de corrupción.
La investigación del caso sigue abierta, y una de las líneas apunta al involucramiento del crimen organizado.
DATO
128 policías de la SSPDF fueron detenidos y remitidos al MP, de diciembre 2012 a julio 2013
Y federales también
Estos meses también se ha registrado la captura de agentes federales que terminan siendo delincuentes. Apenas el 4 de septiembre la Procuraduría General de la República (PGR) confirmó la detención de tres elementos de la Policía Federal Ministerial (PFM) en la delegación Álvaro Obregón, que le exigían 400 mil pesos a una persona para no entregarla pro narcomenudeo.
En mayo, siete policías federales fueron capturados en el área metropolitana, tras confirmarse que extorsionaban a choferes de transportes de carga para permitirles seguir su trayecto hacia Toluca.
En el caso Heaven tampoco se descarta la participación de agentes federales. La PGJDF tiene datos de un posible involucramiento, aunque aún nada sólido para consignar.
Comments are closed.