El Pentágono ha decidido reubicar sus operaciones con aviones no tripulados o “drones” de la base militar Camp Lemonnier, en la capital de Yibuti, a un área más remota, por los temores de las autoridades locales de que se produzcan accidentes, informó hoy el diario The Washington Post.

 

Desde septiembre, los drones han dejado de volar desde Camp Lemonnier, que comparte pista de aterrizaje con el aeropuerto internacional de la Ciudad de Yibuti, y el Pentágono se ha visto obligado a reubicar a un área más remota las operaciones de unas aeronaves vitales en la lucha contra el terrorismo en Yemen y Somalia.

 

La decisión se ha tomado por las quejas de las autoridades locales sobre el peligro que supone que los “drones” compartan espacio aéreo con aviones de pasajeros, cerca de zonas pobladas y después de que desde enero de 2011 se hayan producido cinco accidentes, uno de ellos cerca de viviendas de civiles.

 

Camp Lemonnier y las pistas del aeropuerto de Yibuti son vitales para misiones de lucha contra Al Qaeda en Yemen y para vigilar a las milicias somalís de Al Shabab, que se han responsabilizado del ataque contra un centro comercial en Nairobi (Kenia) esta semana en el que murieron 72 personas.

 

Desde que se intensificaran las misiones contra el terrorismo islámico en Yemen y Somalia, se han realizado hasta 16 despegues diarios de “drones” desde Yibuti.