Al menos 15 policías afganos murieron tras una emboscada de los talibanes en la provincia occidental de Farah, a menos de 24 horas de que otro ataque insurgente en el sur dejó 30 decesos, entre ellos un soldado de la OTAN.

 

Un funcionario afgano señaló que la emboscada, en la cual resultaron además heridos 10 policías más, se registró cuando los oficiales realizaban un patrullaje a lo largo de la carretera principal de la región.

 

Según una fuente de la jefatura de la policía de Farah, tres camionetas de la policía y un vehículo blindado fueron destruidos en el ataque.

 

El portavoz del gobernador, Abdur Rahman Zhwandai confirmó el ataque, pero expresó su desconocimiento sobre el número de víctimas.

 

En Kabul, la capital afgana, fuentes del Ministerio del Interior señalaron que hasta el momento no habían recibido ningún informe sobre el incidente.

 

En la provincia de Ghazni, en el sureste de Afganistán, por otra parte, al menos 30 personas murieron, entre ellas siete atacantes talibanes y un soldado de la OTAN, y otras 62 resultaron heridas, en un atentado suicida contra unas oficinas de desarrollo.

 

El gobernador de Ghazni, Musa Jan Akbarzada, señaló que un talibán detonó un vehículo cargado de explosivos frente a la base la noche del miércoles, tras lo que se desató un tiroteo entre las tropas y varios asaltantes. (AP y EFE)