Al menos 60 personas murieron el viernes en intensos choques en Egipto, donde decenas de miles de partidarios la Hermandad Musulmana se enfrentaron con civiles armados en los disturbios callejeros más violentos en la capital desde el levantamiento en la llamada Primavera Árabe, informaron funcionarios de seguridad.

 

Los funcionarios informaron que 52 civiles y ocho policías habían muerto en todo el país.

 

Con pistolas y fusiles automáticos, residentes se enfrentaron con simpatizantes del depuesto presidente Mohamed Morsi en lo que la Hermandad llamó el “Día de la Indignación”, desatado por la furia contra las fuerzas de seguridad por allanar los sitios de dos sentadas el miércoles, en choques que dejaron más de 600 muertos.

 

Mientras helicópteros militares sobrevolaban, residentes furiosos con los manifestantes de la Hermandad los atacaron con piedras y botellas, y ambas partes se enfrascaron en tiroteos, desatando batallas callejeras.

 

A diferencia de los choques previos entre manifestantes y policías, los enfrentamientos del viernes tomaron un tono más oscuro cuando residentes y posiblemente policías vestidos de civil tomaron parte en los disturbios. Había pocos policías en uniforme mientras se veía a civiles disparando desde un puente que cruza sobre el distrito capitalino de Zamalek, una elegante isla en el Nilo en la que residen muchos extranjeros y embajadores.

 

Las marchas encabezadas por la Hermandad en El Cairo se dirigieron a la Plaza Ramsés, cerca de la principal estación de trenes en el país. El área está además cerca de la Plaza Tahrir, donde el ejército colocó alambrado de púas y tanques como contención entre los manifestantes y un pequeño acampamiento contra la Hermandad.