Las autoridades argentinas informaron hoy de que 13 personas fallecieron por la explosión de gas que derrumbó un edificio en la ciudad de Rosario, la tercera mayor del país, ubicada a unos 300 kilómetros de Buenos Aires.

 

La alcaldesa de Rosario, Mónica Fein, informó de la nueva cifra de muertos, todos ellos identificados, e indicó que continúa la búsqueda de ocho personas que aún permanecen desaparecidas.

 

La alcaldesa añadió que son 11 los heridos que permanecen ingresados en distintos hospitales de la ciudad, y que “la mayoría están haciendo una buena evolución”.

 

El jefe del equipo de rescate, Ángel Poidomani, explicó que las tareas de desescombro en la zona siniestrada tardarán “un par de días largos”, ya que se debe “efectuar todo lo correspondiente para asegurar el lugar, así que llevará su tiempo”.

 

“A medida que se van sacando las losas o partes de derrumbe se procede al desmontado por capas, luego trabajan los perros, las ecosondas, fibra óptica, y si no se encuentra nada, se vuelve”, precisó Poidomani.

 

Una fuga de gas en el subsuelo ocasionó una fuerte deflagración en la mañana del pasado martes, que provocó el derrumbe de un edificio y daños severos en otros dos en el centro de la ciudad de Rosario.

 

La investigación de los sucedido se centra en un gasista y su ayudante, que fueros detenidos horas después del siniestro.

 

El Gobierno argentino decretó dos días de luto nacional, y los partidos políticos adelantaron un día el cierre de campaña de cara a las elecciones primarias que se celebran el próximo domingo.