Tras pasar 17 meses en prisión, acusado de peculado, ejercicio indebido del servicio público, abuso de funciones públicas y de autoridad y asociación delictuosa, entre otros, el ex gobernador de Chiapas, Pablo Salazar Mendiguchía, reveló que obtuvo su libertad por una negociación con su sucesor, Juan Sabines.

 

A cambio, afirmó en entrevista con Noticias MVS, Sabines le pidió que no lo metiera a la cárcel.

 

“Mi sucesor lo único que me pidió es que yo no fuera a proceder judicialmente en su contra”, reveló Salazar Mendiguchía.

 

“La negociación de mi salida se hizo con Juan Sabines, Pedro Joaquín Coldwell, mi hijo Pablo y un amigo”, expresó.

 

El ex mandatario de Chiapas aclaró que Coldwell no participó directamente en la negociación, sino sólo testificó el pacto a petición de Sabines.

 

Durante las negociaciones, el mediador (su amigo) le informó que Sabines pedía primero que se inculpara de un delito (enriquecimiento ilícito u homicidio cuilposo).

 

“Dice que asumas la responsabilidad por lo menos en un delito, que ellos te van a sentenciar con una sentencia corta y que incluso ellos pueden pagar la fianza, pero que necesitan que te inculpes en un delito”, le dijo su amigo.

 

En respuesta, Salazar Mendiguchía dijo que no había condiciones para eso y, por el contrario, pidió la cancelación de órdenes de aprehensión en contra de algunos de sus colaboradores. En la causa había por lo menos 54 personas más.
Estas declaraciones las hizo Salazar Mendiguchía luego de pasar 17 meses en prisión.

 

Los otros enemigos

 

Luego de lograr su libertad, el ex mandatario contó que advirtió a Sabines: “No te preocupes por mí, preocúpate por otros enemigos que has dejado en el camino”.

 

Y aunque Salazar Mendiguchía aseveró que se enfrentó a “una de las persecuciones más inhumanas”, afirmó que no demandará a su sucesor.

 

Salazar asegura que los 17 meses en prisión le cambiaron la vida y le sirvieron para fortalecer su mente y su espíritu. Sufrió infinidad de abusos a sus derechos humanos y presiones sicológicas que superó por su fe y apoyo de amigos y familiares.

 

Ahora, expuso, en las calles la gente sale a pedir cárcel para Sabines y son ellos los que tienen identificado quién es el enemigo público de Chiapas en este momento.

 

“No se lo deseo (la prisión para Sabines). A nadie se lo deseo. Si va Sabines o no a la cárcel es un tema de la justicia y es un tema en el que los agraviados necesitan tener la capacidad de acreditar con elementos que ese hombre merece estar en la cárcel”.

 

Salazar agregó que Sabines se ganó muchos enemigos que están en su derecho de proceder en su contra, aportando las pruebas suficientes.

 

A Pablo Salazar se le ha atribuido haber impulsado a Juan Sabines para que lo sucediera, pero ahora afirma que no fue él quien lo impuso, sino Andrés Manuel López Obrador. Salazar, dice, apoyaba la aspiración de quien fue su Secretario de Gobierno, Rubén Velázquez.

 

En 2006, su último año de Gobierno, recordó que recibió la visita de Leonel Cota Montaño, entonces dirigente nacional del PRD, quien le dijo que el candidato perredista al gobierno de Chiapas en ese entonces sería quien perdiera las internas del PRI… y fue Sabines.

 

“Yo me hago cargo de hijos. De engendros, no”.

 

Los 11 procesos acumulados

 

Pablo Salazar Mendiguchía gobernó Chiapas entre 2000 y 2006. Fue capturado el 7 de junio de 2011, en cumplimiento de una orden del juez Tercero Penal por los presuntos delitos de peculado, ejercicio indebido del servicio público, abuso de funciones públicas, abuso de autoridad y asociación delictuosa.

 

Salazar y 54 ex colaboradores fueron acusados de malversar 104 millones de pesos de un seguro de vida contra riesgos que habían contratado estando en funciones.

 

Ya durante su estancia en prisión, el exmandatario acumuló 11 procesos penales más por diversos presuntos delitos: desvío de recursos tras la tragedia de Stan en la costa de Chiapas; la muerte de bebés en Comitán, y abuso de autoridad en contra del ex funcionario Florencio Madariaga Granados, quien fue traído de España y recluido en la entidad durante el gobierno de Salazar.

 

Luego de 15 meses en el penal del El Amate, enfermo, el 28 de septiembre último la PGJ decidió, en un gesto humanitario, otorgarle la reclusión domiciliaria.

 

El 19 de octubre pasado, ya en “reclusión domiciliaria”, Salazar ganó el proceso penal que lo llevó a prisión por los 104 millones de pesos que supuestamente había desviado.