Más de 200 jóvenes y sus simpatizantes realizaron hoy un plantón en la garita más transitada en la frontera entre México y Estados Unidos, San Ysidro, en demanda de que Washington permita volver al país a nueve jóvenes deportados.

 

El plantón tuvo momentos de tensión, cuando agentes de la oficina de Aduanas y Protección Fronteriza (CBP) estadunidense y de seguridad privada de la garita empujaron a los manifestantes para alejarlos de la puerta.

 

Un grupo de los llamados “soñadores”, jóvenes con opción a obtener la residencia y la ciudadanía legal bajo una reforma migratoria, se sentó ante la salida peatonal de la garita, y aunque permitía el paso, obstaculizaba a los viajeros.

 

Los manifestantes corearon consignas y portaron pancartas en las que exigían el paso de los jóvenes por Arizona, cese al despliegue en la frontera de recursos militares como los aviones no tripulados, y legalización de los indocumentados.

 

Aunque la protesta concluyó sin detenciones, motivó un despliegue tanto de oficiales federales como de la policía de San Diego.

 

Mariela Saba, una coordinadora de la protesta, dijo que de los nueve jóvenes deportados, que permanecen en Nogales, en el estado de Sonora, ocho fueron indebidamente deportados y una más llegó de Chicago, cruzó la frontera y se integró al grupo en solidaridad.

 

Los 200 manifestantes llegaron desde diversos puntos del sur de California.