Muchos nos preguntamos qué quería hacer Cristian Castro en el Auditorio Nacional y la respuesta es clara: quiso mostrar algo nuevo y no obtuvo los mejores resultados; la gente le gritaba que cantara y no perdiera tiempo en lo demás, ahora regresa el 15 de noviembre al mismo Auditorio y su equipo le pregunta qué hará para mejorar lo que hizo anteriormente.

 

La historia es así: con el afán de mostrar algo distinto, llamaron al director Felipe Fernández del Paso para que le hiciera todo un concepto, con guion, escenografía y vestuario, Cristian da sus ideas y pide que el espectáculo sea parecido a las películas de Crepúsculo, un rollo que tenga que ver con vampiros y pasión. Felipe crea todo el show y cuando quiere montarlo y ensayarlo, el cantante le comienza a hacer cambios, días antes en los ensayos dice que no le gusta la manta de atrás, que agreguen palabras o que las quiten, cuando si eran poemas de Gustavo Adolfo Bécquer era imposible hacerle ajustes, pero debido a la situación dejan que Cristian haga lo que quiera y el mero día decide quitarse la camisa, lo cual no estaba planeado, finalmente recibe malos comentarios, las críticas de la prensa son lo de menos, lo que cuenta es el público y a gritos le dijeron que sólo querían oírlo cantar, así que esperemos que ya no se complique y haga lo suyo que es cantar con esa estupenda voz y regalarle al público lo que quiere: verlo cantar sin tanta parafernalia.

 

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