JOHANNSESBURGO.- Una disputa entre miembros de la familia de Nelson Mandela por el panteón familiar llegó a los tribunales el viernes, cuando su hija mayor y otros parientes promovieron una orden judicial contra Mandla Mandela, el nieto del ex presidente sudafricano.

 

Como resultado, ayer fueron trasladados los restos de tres hijos de Nelson Mandela a su pueblo natal, donde él desea ser sepultado.

 

Son ya 26 los días desde que Nelson Mandela ingresó al hospital y 10 de ser declarado en estado crítico. La familia, reunida desde hace una semana a su alrededor, empieza a entrar en crisis.

 

La decisión judicial es el final de un pleito iniciado en 2010 y que exhibe el afán de los miembros de su familia por apropiarse de la celebridad de un hombre que simboliza la lucha antirracista en Sudáfrica.

 

El estadista, ahora de 94 años, siempre expresó su deseo de reposar en la cripta familiar de Qunu, donde estaban los restos de sus hijos Makgatho -fallecido a consecuencia del sida-, Thembekile y Makaziwe (cuyo nombre lleva la primogénita viva del patriarca). Sin embargo, en 2010 su nieto Mandla Mandela (hijo de Makgatho) decidió trasladar los restos de sus primos a Mvezo, el pueblo natal del líder antiapartheid, sin pedir autorización ni informar a la familia.

 

En reacción, 16 miembros de la familia Mandela demandaron judicialmente a Mandla y lo acusaron de planear abrir un hotel en Mvezo. El proceso judicial, encabezado por Makaziwe Mandela, hija mayor del premio Nobel de la Paz, refiere que Mandla trasladó los restos sólo por interés económico.

 

Si los restos de Nelson Mandela y sus tres hijos reposaran en Mvezo, la ciudad sería un sitio de peregrinaje mundial, atractivo que capitalizaría el nieto.

 

En el curso de estos meses, Makaziwe, sus dos hermanas y otros miembros de la familia solicitaron a la corte que ordenara el regreso de los restos de sus hermanos a Qunu. Y aunque Mandla recurrió al fallo, al final se concretó esa acción el martes pasado. La justicia sudafricana mantiene cargos contra Mandla por “profanar un sepulcro”, según el teniente coronel de la policía Mzukisi Fatyela.

 

En tanto, los restos reposan en su sepulcro original en espera de la llegada de Madiba, el ícono sudafricano.

 

“Es un tema de avaricia y todo el mundo debe comprenderlo seriamente”, dijo Charlene Smith, autora de tres libros sobre el ex mandatario, incluido Mandela: en homenaje a una gran vida.

 

“Aunque ha podido traer la reconciliación a Sudáfrica, tienen que lidiar con una familia que pelea entre sí”, dijo Smith sobre Mandela. “No ha podido instaurar la paz en su casa”.