La Fórmula Uno encendió las luces de alerta ante la serie de incidentes con los neumáticos que se presentaron en el circuito de Silverstone durante el fin de semana pasado.

 

La Federación Internacional de Automovilismo (FIA) autorizó a las escuderías para que vayan con sus pilotos titulares a las pruebas destinadas para novatos que se realizarán en la pista inglesa de 17 al 19 de julio, con el propósito de ayudar a Pirelli a solucionar los problemas que causaron que las llantas reventaran.

 

Por su parte, el fabricante italiano anunció que para el Gran Premio de Alemania de este fin de semana llevarán los neumáticos que ya se probaron en Canadá, y que a partir de la carrera de Hungría (26 al 28 de julio) se utilizarán gomas con estructura del 2012 y compuestos del 2013 para garantizar la seguridad.

 

Además, a través de un comunicado, Pirelli señaló cuatro razones por las que fallaron sus neumáticos en Silverstone:

 

Uno, los equipos montaron de forma inversa los neumáticos traseros, es decir, el izquierdo en la derecha y viceversa; dos, se colocó una menor presión a los neumáticos; tres, el ángulo de inclinación no fue el adecuado; y cuatro, los pianos de algunas curvas fueron muy agresivos con los neumáticos.

 

De este modo Pirelli se defiende y afirma que los neumáticos 2013 no ponen en riesgo la seguridad de los pilotos si se utilizan de manera correcta.

 

En una visión más fatalista, existe la posibilidad de que los pilotos boicoteen la carrera de Alemania y se nieguen a competir por falta de seguridad, como ocurrió en 2005 cuando sólo seis autos corrieron el Gran Premio de Estados Unidos, debido a que no consideraban seguras las llantas Michelin.