SAN DIEGO.  Numerosos niños son detenidos en la frontera entre Estados Unidos y México con metanfetamina adherida a sus cuerpos o escondida en cuadernos. En los automóviles la droga es insertada en botellas de tequila, frascos de limpiaparabrisas y tanques de gasolina.

 

El tráfico de metanfetaminas en los cruces fronterizos ha aumentado drásticamente en años recientes pero especialmente en el puerto de entrada de San Ysidro, en San Diego, donde ha ocurrido más del 40% de las confiscaciones en el año fiscal 2012. Eso es más de tres veces más que la segunda cifra — 8 kilómetros (5 millas) al este — y más de cinco veces más que la tercera, en Nogales, Arizona.

 

El aumento se debe a que los operativos policiales estadunidenses han llevado la producción al otro a México, y a que el cártel de Sinaloa controla ahora el codiciado corredor Tijuana-San Diego.

 

La ola de violencia que azotó a Tijuana hace pocos años — en que abundaban las decapitaciones y los ataques a metralla — culminó con el cartel de Sinaloa en ventaja. Entretanto la droga continúa fluyendo por San Ysidro, el más concurrido cruce fronterizo en el hemisferio occidental, y donde en promedio, 40.000 vehículos y 25.000 personas cruzan todos los días.

 

“Para los traficantes este es el gran premio”, destacó Gary Hill, agente de la DEA en San Diego. “Para esa gente este es el mejor punto de cruce porque ofrece tantas oportunidades”.

 

Agentes de Aduanas y Protección Fronteriza confiscaron 2.500 kilos (5.566 libras) de metanfetamina en San Ysidro en el año fiscal 2012, más del doble de dos años atrás, según cifras de la Agencia de Inmigración y Aduanas. Para toda la frontera, la cifra fue de 5.985 kilos (13.195 libras), también más del doble.

 

Desde octubre del 2012 hasta marzo, se confiscó un total de 983 kilos (2.169 libras) en San Ysidro y 785 kilos (1.730 libras) en Otay Mesa, con lo que la cifra de San Diego es el 61% de los 2.886 kilos (6.364 libras) capturadas en todos los cruces fronterizos. Del resto gran parte se obtuvo en Laredo, Texas; Nogales; y Calexico, California.

 

San Ysidro, a diferencia de otros cruces fronterizos, pertenece a una gran concentración urbana que abarca a 18 millones de habitantes en Los Angeles, uno de los mayores centros de distribución del país. En comparación, El Paso está a más de 960 kilómetros (600 millas) de Dallas, en una carretera escasamente transitada y con aislados puestos de control.

 

La hora de mayor tráfico viene los días de semana a la mañana, cuando miles de vehículos saturan las calles de Tijuana camino a 24 canales que se vierten en el puesto fronterizo. La mayoría de los ocupantes de los vehículos van a sus trabajos o escuelas, y entre ellos deambulan vendedores ofreciendo café, comida, periódicos y objetos varios.

 

Una expansión del puesto fronterizo a un valor de 732 millones de dólares ha generado aun mayores demoras y podría despertar el apetito de los narcotraficantes, quienes apuestan a que los inspectores estarán bajo presión para dejar pasar a la gente sin mayor apuro, a fin de no obstaculizar el tráfico y el comercio, opinó Joe García, agente del ICE en San Diego.

 

Son varias veces cada semana en que niños son detenidos con metanfetaminas adheridas a sus cuerpos, algo que García califica como “un aumento alarmante”. Por lo general los chicos reciben entre 50 y 200 dólares por viaje y en promedio llevan kilo y medio (3 libras).

 

Los conductores, que ganan hasta 2.000 dólares por viaje, llevan metanfetamina escondida en los parachoques, baterías o radiadores de sus vehículos, o en cualquier otra cavidad imaginable. Los paquetes son cubiertos de mostaza, talco para bebés o jabón de ropa para burlar el olfato de los perros policiales.

 

Los cristales también se pueden disolver en agua, lo que dificulta la detección de la droga por parte de las gigantescas máquinas de rayos X que se usan para revisar los vehículos. El agua luego de hervida y mezclada con acetona, una sustancia inflamable que es ingrediente de las pinturas y que ayuda a producir los trozos pulidos de metanfetaminas preferidos por los consumidores. La droga suele permanecer en estado líquido hasta que llega a su punto de distribución.

 

En años recientes el gobierno ha ampliado las inspecciones con rayos X, pero la abundante producción en México y la presencia del cartel de Sinaloa es lo que está impulsando las confiscaciones, expresa García. “Este es un nuevo corredor para ellos”, explicó.

 

El gobierno estadunidense clausuró grandes laboratorios de metanfetamina la década pasada luego de imponer duras restricciones a la fabricación de ingredientes usados en la elaboración de la droga, con lo cual la producción se trasladó a México.

 

El Departamento de Estado dijo en marzo que el gobierno mexicano se apoderó de 958 laboratorios bajo el gobierno de Felipe Calderón de entre el 2006 y el 2012, comparado con 145 bajo el gobierno previo. México confiscó 267 laboratorios el año pasado, comparado con 227 en el 2011.

 

A medida que los laboratorios se trasladaron a México, el cartel de Sinaloa aprovechó la situación en Tijuana en el 2008 cuando respaldó a una facción disidente del cartel de Arellano Félix. El cartel de Sinaloa, encabezada por Joaquín “Chapo” Guzmán, reinaba sobre el este de California y en Arizona.

 

Tijuana sufrió 844 homicidios en el 2008 en una ola de violencia entre narcotraficantes que causó horror entre los residentes, pasmados al ver muertos ahorcados y castrados, colgados en los puentes. Una vez que el cartel de Sinaloa se impuso en la disputa, la ciudad fronteriza, con más de dos millones de habitantes, regresó a una relativa calma, con 332 asesinatos el año pasado y prácticamente sin escenas horripilantes de violencia pública.

 

Alfonzo “Aquiles” Arzate y su hermano menor René, conocido como “El Sapo”, parecen ser los jerarcas del cartel de Sinaloa en Tijuana. Al primero se le considera el cerebro de la operación y al segundo el que implementa las órdenes. El hermano mayor ha sido mencionado en comunicaciones interceptadas, hablando de transacciones de drogas hasta en Chicago, sostuvo Hill.

 

Al parecer se ha ganado el favor de la cúpula del cartel de Sinaloa luego que otro miembro de la organización delictiva asaltó uno de sus almacenes en octubre del 2010, lo que llevó a un intercambio a tiros y a la confiscación de 134 toneladas de marihuana.

 

La metanfetamina se ha convertido en una plaga en Tijuana, y su tráfico ha sido la principal causa de arrestos en los últimos cinco años, estimó Miguel Angel Guerrero, coordinador para la Baja California de la procuraduría estatal.

 

“Ha aumentado mucho en la ciudad porque es más barata que la cocaína, hasta más barata que la marihuana”, declaró.

 

Las pugnas entre vendedores de droga callejeros han causado brotes de violencia en Tijuana, dijo Guerrero, incluyendo el total de 56 muertos en abril. Pero la violencia no es nada comparado a los días de terror del 2008 y del 2009. Cuando era presidente, Calderón mencionaba a Tijuana como un ejemplo del éxito de su guerra contra el narcotráfico.

 

“El cartel de Sinaloa, su presencia allí, ha sido tan fuerte que no ha encontrado resistencia”, dijo Hill. “Ellos lo que quieren es concentrarse en hacer su dinero y trasladar la droga”.