Lo que comenzó con un concierto de reunión en 2011, se ha convertido en una gira de dos años que Caifanes está disfrutando más que nunca sin la presión por parte de las compañías discográficas por sacar un nuevo material.

 

“La situación es diferente porque no estamos con una disquera y no tenemos ese tipo de presión, ahora nos podemos eternizar tres años en sacar un disco”, explica el bajista de la banda, Sabo Robo, en una entrevista.

 

La banda asegura que hay muchas ideas que en su momento no se pudieron completar y ahora ya tienen la “desfachatez para sacar lo que llevan dentro” y ver qué pasa.

 

“Afortunadamente, la adversidad ha incidido de buena manera en nosotros porque nos ha permitido aprender a entendernos más”, señala el bajista.

 

Si hay algo que ha cambiado en estos años, es el acercamiento de un público adolescente que conoce las canciones “mejor que Saúl (Hernández, vocalista del grupo)”, bromea el guitarrista Alejandro Marcovich.

 

De hecho, el músico reconoce que en la actualidad la mitad de su público son niños o adolescentes que ven en Caifanes un referente obligado de la música en español.

 

“Salvando las diferencias y la trascendencia, hoy en día Caifanes dentro de la escena del rock en español es lo que serían los Beatles”, añade.

 

La banda admite que la sociedad mexicana se encuentra en un proceso “complicado” que va más allá de los asuntos partidistas, y señala que hay mucha “desunión” que ocasiona que los esfuerzos por hacer las cosas bien no fructifiquen.

 

Respecto a sus próximos conciertos, Romo y Marcovich hablaron de las sorpresas que tienen preparadas para las dos citas consecutivas en el Palacio de los Deportes de Ciudad de México, donde en 2011 agotaron seis fechas.

 

El grupo echará la vista atrás sin caer en la nostalgia y tocarán canciones como “Tortuga”, “Hasta que dejes de respirar” o “Pero nunca me caí”, temas que antes pasaron desapercibidos.

 

Preguntado por el momento en que decidieron reunirse para el festival Vive Latino, Romo reconoce que sabía que ese reencuentro “iba a llegar”.

 

“En 17 años que no hubo Caifanes, el público no dejó que nos fuéramos bien haciendo tributos o utilizando las rolas para sus primeras o segundas ocasiones en algo”, matiza el bajista.

 

Romo reconoce que ahora disfrutan de determinadas cosas juntos que antes, por “egoístas”, no veían.

 

Además, alaba la nueva dinámica de la banda que les permite compaginar sus proyectos personales con la actividad del grupo.

 

Caifanes surgió en 1986, pero se separó casi una década después cuando lo abandonó Marcovich, enemistado con Saúl Hernández. La banda volvió a reunirse en abril de 2011.

 

El grupo cuenta con cuatro discos, “Caifanes”, “El diablito”, “El silencio” y “El nervio del volcán”, que tuvieron una excelente acogida entre el público.

 

La banda tocará el 8 de junio en Villahermosa, el 12 en Los Ángeles, el 14 en Oakland, el 15 en Houston, el 16 en Austin, el 18 en San Diego , el 22 y 23 en Ciudad de México, el 29 en San Luis Potosí y el 6 de julio en Monterrey.