WASHINGTON. La Casa Blanca defendió hoy la necesidad de registrar las llamadas telefónicas de los ciudadanos de Estados Unidos, por considerarlo “una herramienta crítica” en el combate al terrorismo.

 

En declaraciones enviadas a la cadena CNN, un alto funcionario del Gobierno de Barack Obama reaccionó a la información publicada por el diario The Guardian, según la cual la Agencia Nacional de Seguridad (NSA) recoge a diario registros de millones de clientes de la operadora de telefonía Verizon, en virtud de una orden judicial secreta.

 

El funcionario, que pidió el anonimato, evitó confirmar expresamente que exista esa orden judicial, pero señaló que “información como la que describe el artículo de The Guardian ha sido una herramienta crítica a la hora de proteger a la nación de amenazas terroristas contra Estados Unidos”.

 

Esa práctica “permite al personal especializado en antiterrorismo descubrir si terroristas conocidos o sospechosos han estado en contacto con otras personas que pueden estar implicadas en actividades terroristas, particularmente aquellas localizadas dentro de Estados Unidos”, agregó el funcionario.

 

La fuente aseguró que las prácticas de la NSA no incluyen la recopilación “del contenido de ninguna comunicación ni el nombre de ningún suscriptor”.

 

“Está relacionado exclusivamente con metadatos, como un número telefónico o la duración de una llamada”, subrayó.

 

El funcionario insistió además en que la recopilación de información de inteligencia está permitida por la Ley de Vigilancia de Inteligencia Extranjera (Fisa) de 1978, por la que se creó la Corte Fisa que, según “The Guardian”, concedió el pasado 25 de abril la orden judicial secreta en el caso de Verizon.

 

El artículo de The Guardian, no obstante, señala que los registros se produjeron sin tener en cuenta si los autores de las llamadas habían cometido algún delito, algo que aparentemente escapa a lo establecido en la ley Fisa, que en principio se limita a los sospechosos de ser terroristas o agentes de otro país.