El nuevo coordinador del PAN en el Senado tiene identificado el error que ha llevado a su partido a una disputa constante entre militantes, senadores y dirigentes. Jorge Luis Preciado aseguró en charla con 24 HORAS que la disputa por el poder público y político dio como resultado “señalamientos encarnizados y descalificaciones al oponente”.

 

Preciado Rodríguez accedió a hablar con este medio, y luego de su tan mencionado cargo como nuevo coordinador blanquiazul en lugar de Ernesto Cordero, el legislador aceptó que apoyará a Gustavo Madero si éste decide reelegirse como presidente de Acción Nacional.

 

¿Qué error cometió el PAN para caer en estas diferencias y disputas internas?

 

“La misma inercia nos trajo a esto, el ir ganando espacios y el acceso al poder provocó todo. Llegamos aquí con la ilusión de algún día ganar lugares, de pronto la discusión ya no fue sobre principios, doctrinas, ni de ideales, fue una disputa real por el poder público y el poder político que nos llevó a señalamientos encarnizados, descalificar al oponente. Es ahí donde el PAN se equivocó”.

 

¿Gustavo Madero no ha podido revertir dicha situación de luchas por el poder?

 

“Madero es un hombre generoso, bueno, es una persona que ha logrado armonizar al partido. Después de la derrota presidencial le dio mucha estabilidad al partido y tan es así que hoy, independientemente de las diferencias, el PAN tiene un gran presencia a nivel nacional”.

 

¿El dirigente de Acción Nacional o los grupos internos se quieren adueñar del partido?

 

“A veces cometemos el error de pensar que el partido es de alguien pero no es así, es de los ciudadanos”.

 

¿Calderonistas y maderistas quieren adueñarse del PAN?

 

“Lamento mucho cuando nos ponemos a clasificarnos, siempre han buscado etiquetarnos y eso puede generar aparente división y provocar dividirnos y debilitarnos”.

 

¿Pero existen los grupos al interior, aunque no quiera reconocerse?

 

“Yo no les pondría nombres; creo que hay cierta gente que simpatiza con ciertos liderazgos y eso no es malo; yo admiro a Diego Fernández de Cevallos y no me dicen Fernández; admiro a Josefina (Vázquez Mota) y no me dicen Chepino; (admiro) al propio Cordero, que es un hombre valioso, al propio Calderón, que tuvo una presidencia importante; trabajé para la campaña del presidente Vicente Fox y no por eso soy foxista”.

 

Cocoa Calderón comentaba que el partido necesita volver a deliberar y tener libertad. ¿Piensa algo similar?

 

“El problema del partido es que sí delibera, pero hemos invertido el proceso; antes deliberábamos en lo privado con toda la argumentación, con todos los desencuentros, pero públicamente se manifestaba tolerancia, respeto, camaradería. Ahora, cuando estamos en privado somos los mejores amigos, los mejores panistas, no tenemos ningún conflicto, pero salimos y exhibimos todas nuestras diferencias”.

 

En su opinión, ¿ya empezó la lucha por el puesto de Gustavo Madero?

 

“Desde que entró el presidente (Enrique) Peña Nieto ya estaban diciendo si Osorio Chong, si Luis Videgaray van a ser presidentes, imagínate qué se dirá para un presidente de partido. Creo que es normal que haya compañeros que manifiesten su aspiración y éstos tengan apoyos. Qué bueno que haya muchos”.

 

¿Usted buscaría o le gustaría ser presidente del partido?

 

Sonríe.

 

“Primero déjame salir de ésta”.

 

¿Entonces apoyaría que Gustavo Madero se reeligiera como dirigente panista?

 

“Por supuesto, no tengo ninguna duda, (Gustavo) Madero sabe que no tengo problemas en decir mis simpatías personales en términos electorales”.

 

 

¿Jorge Luis Preciado, el nuevo coordinador del PAN en el Senado, está más seguro a una semana de su designación?

 

“El lodo se cae solo, nada más hay que esperar a que se seque y yo creo que a una semana ya se cayó. Los senadores estamos buscando no escalar el conflicto, había declaraciones de un lado, de otro pero para un pleito se necesitan dos”.

 

¿Qué legados quiere dejar Jorge Luis Preciado como coordinador?

 

“He pensado en cuatro puntos. Primero: lograr armonizar los distintos talentos de Acción Nacional en el Senado, tiene gente que vale oro, con una experiencia que ya quisiéramos prestarle a otros”.

 

“Segundo, que las reformas que ayudarán al país se aprueben y podamos llegar a acuerdos con las otras bancadas. Viene el paquete fiscal, reforma energética, electoral”.

 

“Tercero, dejar constancia de un grupo transparente, creo firmemente que el dinero que reciben los senadores es de los ciudadanos y todo mundo debe saber en qué se ocupa”.

 

“Cuarto, que paralelo al Pacto por México, que es ahí donde se están gestando grandes reformas, tengamos un pacto entre los legisladores, ya que hay iniciativas que no vienen en el pacto pero que son compromisos que los senadores hicieron en sus entidades y hay que sacarlas. Tenemos que hacer una agenda legislativa particular del grupo parlamentario del PAN, que paralelo al Pacto por México tengamos una agenda propia, y luego concertar con las demás fuerzas políticas”.

 

¿Qué les dice Jorge Luis Preciado a quienes no son afines a él?

 

“Les digo a mis compañeros que no se trata de ser los grandes amigos, que las diferencias personales entre uno y otro legislador son respetables, pero de mi parte buscaré que todo esté bien. Soy Jorge Luis Preciado, panista de hueso azul y así quiero ver a mis demás compañeros”.

 

(CRÓNICA) Preciado, como en primer día de escuela

  

Eran las 11:30 de ayer, segunda sesión a la que Preciado Rodríguez asiste ya con su nuevo puesto. Él llega 14 minutos después, y acompañado de su par en la Cámara de Diputados, Luis Alberto Villarreal, arriban a su escaño. Se sienta y en dos minutos se paran con dirección a sus compañeros de experiencia, esos que no son panistas.

 

Jorge Luis y Luis Alberto se unían al grupo donde platicaban amenamente Emilio Gamboa, Manlio Fabio Beltrones y Miguel Barbosa Huerta; los dos primeros del PRI y el tercero del PRD. Jorge Luis sonríe mientras escucha atento a los de experiencia, voltea a ver a Manlio, a Emilio, a Miguel; participa muy poco en la charla pero asiente y sonríe constantemente. Se siente arropado, pero nervioso. Se rasca la mejilla.

 

Suena la campana para llamar la atención de los senadores y se va a su lugar, pero antes Gamboa Patrón lo despide, le da una palmada en el hombro y le hace la señal con el dedo pulgar hacia arriba. “Luego platicamos”, se alcanza a leer en los labios del senador priista.

 

Antes de sentarse pasa a saludar a un par de diputados panistas, el tercero en esa misma fila de escaños era Héctor Larios. Preciado Rodríguez ya no llegó al lugar de quien buscaba la semana pasada la coordinación del PAN. Jorge Luis se olvida y sin saludarlo, regresa a su lugar. No hubo cortesía para Larios Córdova.

 

Está inquieto, saludando a todos, él los busca. Regresa a su lugar, pero no al correcto, se sienta a un lado de Villarreal. Platican como en secreto. Ahí están los dos coordinadores del PAN en el Congreso de la Unión.

 

Ernesto Cordero, su antecesor, llega pasadas las 12 del día. Camina rápido a su lugar como presidente de la mesa directiva del Senado. Los senadores y diputados seguían platicando entre ellos, estaban de pie; uno era Jorge Luis que seguía inquieto.

 

Cordero Arroyo interrumpe a Ricardo Monreal, quien hacía uso de la palabra, y pide a los legisladores poner atención a su compañero. “Senadores, les pido la atención para el senador Monreal”, mientras con la mirada realiza un paneo que pasa por Preciado Rodríguez. Sus miradas se unieron en ese instante. Fue el único contacto de ayer entre el ex coordinador, y el ahora nuevo líder panista en la Cámara Alta.

 

Después, una hora más tarde, Ernesto Cordero se va, no regresa. Jorge Luis Preciado lo hace 10 minutos más tarde, tampoco vuelve. El día de los compañeros Ernesto y Jorge Luis termina así, con apenas una mirada compartida entre sí.