La Asociación Sindical de Sobrecargos de Aviación (ASSA) amenaza con irse a huelga este 31 de mayo, en caso de que Aeroméxico no acepte su nueva propuesta contractual.

“Se solicita un aumento de 5% directo al salario y 3% a las prestaciones. En caso de que no se cumplan esas condiciones estaríamos listos para estallar huelga el 31 de mayo”, dijo Ricardo del Valle Solares, secretario general del sindicato.

 

El representante sindical señaló que se han cancelado las discusiones entre la empresa y los sobrecargos desde el 20 de mayo de este año.

 

“ASSA siempre ha apoyado a la empresa, por ejemplo se aceptó un decremento salarial en 2008 para generarle ahorros por 51 millones de pesos al año, luego del brote de influenza”, comentó.

 

Se le solicitó un comentario a la empresa para conocer su punto de vista sobre la posible huelga, pero al cierre de esta edición no respondió. Este martes, las acciones de la aerolínea ganaron 0.25% en el mercado de valores.

 

Pero la aerolínea dejará de ganar 150 millones de pesos diarios una vez que los trabajadores entren a huelga.

 

A diario 40 mil pasajeros se verán afectados, luego de que se suspendan 380 vuelos.

 

En febrero de 2013, 24 HORAS informó que Banamex vendía 20.33% de su participación accionaria en Aeroméxico a un grupo de empresarios mexicanos encabezados por Eduardo Tricio Haro, presidente de Lala.

 

En octubre de 2007, 100% de las acciones del Consorcio Aeroméxico fueron adquiridas por 16 inversionistas mexicanos y por Banamex, una subsidiaria del banco estadunidense Citigroup, a través de una oferta pública en la Bolsa Mexicana de Valores (BMV).

 

La institución bancaria y los empresarios mexicanos dirigidos por José Luis Barraza, ex presidente del consejo de administración de la firma, pagaron más de 249.1 millones de dólares por la aerolínea mexicana.

 

En ese momento, se desató una puja e inconformidad, luego de que por un retraso de 2:42 minutos los empresarios Moisés Saba Masri y Alberto Saba Raffoul no pudieron quedarse con la compañía, aun cuando su propuesta por la aerolínea era de 249.47 millones de dólares.

 

Con la llegada de Eduardo Tricio, como presidente del Consejo de Administración de la empresa, y de Valentín Diez Morodo, como vicepresidente de la firma, se dio un cambio de señal para los trabajadores, manifestó el dirigente sindical.

 

“Justo cuando se cambia la administración de la empresa, que toma el control mayoritario el dueño de Grupo Lala, es cuando se da la resistencia y una menor oferta contractual para los sobrecargos”, señaló.

 

Ricardo del Valle recordó que la última huelga del sector aéreo mexicano se reportó en 2002, la cual tuvo una duración de más de seis horas.

 

La flexibilidad de ASSA siempre ha existido durante los debates, pero no vemos ningún interés por parte de la compañía, manifestó.

 

“No se tiene contemplada una prórroga para Aeroméxico en este momento, lo único que está en el escenario es la huelga en caso de que no hubiera alguna posibilidad de revisión por parte de la empresa”, agregó.

 

Del Valle añadió que 90% de los sobrecargos de aviación ha dado el visto bueno para el estallamiento, si no modifica la actitud la empresa de no negociar o de no presentar una contraoferta.

 

Ayer, los trabajadores no sindicalizados de Aeroméxico, personal de tierra, pilotos y sobrecargos, publicaron un desplegado de dos páginas en el diario Reforma, en el que rechazan “enérgicamente la postura radical de los dirigentes de la Asociación Sindical de Sobrecargos de Aviación y de su grupo de simpatizantes”.

 

Aeroméxico guardó silencio.