La noticia llegó como una nota de relaciones públicas: “Gabriel Hernández, el legendario programador musical que construyó estaciones como La Z o 97.7 deja Radio Centro…”. Más de 40 años de vida profesional no caben en un comunicado por mejor que éste se redacte.

 

A don Gabriel también le dicen Mr. Rating por lo que ha conseguido, no sólo con estas dos emisoras musicales, sino en historias.

 

Se va de Grupo Radio Centro, pero antes se fue de Televisa Radio y viajó a Los Ángeles, California donde puso los cimientos de una de las estaciones de radio más exitosas, la K Love, y luego volvió a Radio Centro.

 

Hablar con Gabriel Hernández resulta fácil. Sabe, como pocos, de cifras, usos y hábitos de la radio, ha mezclado la programación con la mercadotecnia, con la promoción casi quirúrgica que resulta en altos niveles de audiencia.

 

Como ir de programar una canción y luego comerciales a tres canciones seguidas y comerciales ¿Y por qué no de cinco en cinco? Porque ahí sí que a la gente se le va la retención de impactos. Me reta: “trata de mencionar cuatro productos o marcas del mismo producto sin vacilar… hazlo rápido… dame cinco…” Algo sabe. ¡O mucho!

 

Gabriel Hernández se remonta a la explicación del porqué la música se grabó en espacios de más o menos tres minutos de duración: Porque no cabía más en los primeros medios de grabación, así de simple.

 

Cuando los discos de vinilo pasaron de 78 revoluciones por minuto (rpm) a 33 rpm, implicó un salto cualitativo para la industria, los estudios que grababan y las compañías disqueras de entonces, estaban acostumbrados a grabar un tango de Carlos Gardel en un disco de pasta, pesado y delicado, una pieza y se acabó. El microsurco en los LP (Long Play) permitía grabar muchos minutos más y además en ambas caras del vinilo.

 

Ya de ahí pensar en la migración a las cintas magnéticas en formatos caseros o comerciales del cartucho de ocho tracks al cassette, y de ahí al disco compacto análogo y luego a la grabación digital se va en un suspiro.

 

Pero más allá de los medios de grabación y reproducción de la música, está la sensibilidad del que escucha, conoce y deduce qué puede gustar, a quiénes les puede impactar cierto ritmo, cierta orquestación y sobre todo por qué. A Roberto Carlos, Gabriel lo trajo a México y nadie le auguraba algo bueno, básicamente porque no hablaba español.

 

Arreglos y selección de temas para triunfadores de la OTI, apariciones con Raúl Velasco y más, la vida profesional de Gabriel Hernández caminó y pasó por ahí, llegó a la actualidad y al hacer pública su salida del grupo de radio que presume las mayores audiencias se explica:

 

“Me voy porque ya no quieren innovar, la radio en general ha perdido más de 25% de audiencia a manos de otras plataformas: internet, teléfonos, tabletas, canales musicales… Me voy porque quiero seguir descubriendo estrellas, compositores, promoviendo valores que están a la espera de algo más que un minuto de gloria en YouTube… Podría quedarme a ver pasar, a disfrutar lo trabajado, pero hay todavía cosas por hacer y espero hacerlas en México”.

 

Mr. Rating se va de Radio Centro sin pleitos ni estridencias, se va para poder compartir más y hacer más. Por sus manos pasaron decisiones que marcaron éxitos o fracasos olvidados en el mundo de la música en español. Será quizá un perfil profesional en vías de extinción donde sus conocimientos sobre los gustos masivos en materia de radio tendrán que ser reemplazados por despachos y equipos. La mezcla musical con promociones y mercadotecnia serán los botes salvavidas en un medio convencional tan importante como la radio que hoy enfrenta, entre otros, el reto de compensar el valor de lo que antes pocos tenían y ahora está al alcance de todos. La música.

 

@CarlosUrdiales

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