LONDRES. Una mujer británica intentó distraer a un integrista musulmán que decapitó ayer miércoles a un soldado en una calle de Londres, dijo este jueves .

 

Ingrid Loyau-Kennett, líder de los boy scouts, descendió del autobús y dialogó con dos atacantes tras intentar ayudar al soldado tendido en la calle, pero descubrió que no tenía pulso y había fallecido, dijo a varios medios de comunicación británicos.

 

La madre de 48 años habló con ambos atacantes, cubiertos de sangre, hasta que llegó la policía.

 

Loyau-Kennett dijo que regresaba de Francia y acudía a visitar a sus hijos en Londres, cuando se detuvo el autobús debido al ataque. Agregó que vio un automóvil accidentado y a la víctima tendida en la calle e intentó socorrer por tener conocimientos de primeros auxilios.

 

Contó que cuando se dio cuenta que el hombre había muerto, fue acorralada por los atacantes. Un hombre con un gorro negro, un revólver en una mano y un machete en la otra se me acercó y le ordenó que se alejara del cadáver.

 

“Le pregunté por qué hizo lo que hizo”, dijo la mujer según el diario The Guardian.

 

“Respondió que mató al hombre porque era un soldado británico que mató musulmanas y niños en Irak y Afganistán. Estaba indignado que el ejército británico estuviera allí”, añadió.

 

Cuando el atacante le advirtió que iba a matar a un policía cuando llegara la fuerza pública, le preguntó si era algo razonable e intentó distraerlo. Luego habló con el otro atacante, callado y tímido, dijo.

 

“Le pregunté que si quería entregarme lo que llevaba en su mano, un cuchillo, pero no quería pronunciar esa palabra”, agregó. “No quiso y le pregunté: ¿Quiere seguir haciéndolo? Me respondió que ‘No, no, no’. No quise alterarlo”, según el diario británico.

 

Concluyó haberse subido al autobús poco antes de que llegara la policía, que baleó a ambos sospechosos y posteriormente fueron llevados a un hospital.

 

“Los agentes les dispararon a las piernas, creo”, contó la mujer a The Guardian.