A pesar de ser la marca más valiosa del mundo y una de las empresas de mayor rentabilidad en Estados Unidos, Apple instrumentó una red de evasión de impuestos que incluyó la instalación de compañías en paraísos fiscales, tan compleja, que tiene sorprendidos tanto a miembros del Subcomité Permanente del Congreso, como a expertos que investigan el caso.

 

Los investigadores del Congreso, entre ellos Carl Levin, senador que manejó el caso de lavado de dinero de HSBC el año pasado, afirman que algunas de las filiales de Apple no tenían empleados y fueron operadas por altos funcionarios desde la sede de la compañía, en Cupertino, California.

 

“Apple buscaba el Santo Grial de la evasión fiscal. Ha creado entidades foráneas para manejar decenas de miles de millones de dólares, mientras declaraba ser residente fiscal de ninguna parte”, declaró el senador Levin.

 

“Tenemos la intención de exponer los trucos y de descubrir otras tácticas de evasión fiscal de Apple, para que las familias trabajadoras estadunidenses que pagan sus impuestos entiendan cómo los paraísos y las lagunas fiscales en el extranjero aumentan su carga fiscal, se suman al déficit federal y deben ser cerradas”, adelantó el senador.

 

En parte de la investigación dada a conocer por el Congreso estadunidense se detalla cómo en 2011 una de sus subsidiarias pagó a Irlanda sólo una vigésima parte de 1% en impuestos, sobre ganancias reportadas de 22 mil millones de dólares en diversas operaciones; en otro, no presentó una declaración de impuestos corporativos y ha pagado casi nada sobre ganancias desde 2009.

 

En general, Apple ha evadido el pago de alrededor de 74 mil millones de dólares en impuestos a los servicios recaudatorios en Estados Unidos entre 2009 y 2012.

 

Ese dinero se mantiene en paraísos fiscales, afirmaron los investigadores, sin embargo, Apple aún podría tener que pagar impuestos sobre ese dinero a las autoridades estadunidenses, en caso de que la empresa tuviera que devolver el dinero a las arcas de los Estados Unidos.

 

Tim Cook, CEO de Apple, asistirá hoy a una audiencia con el Subcomité Permanente de Investigaciones del Senado, con el fin de examinar tanto estas acusaciones como las reclamaciones de que Apple creó filiales en paraísos fiscales en Irlanda.

 

Horas después de que se diera a conocer esta información, Apple se defendió de las acusaciones de tomar medidas elaboradas y extensas para explotar las lagunas existentes en el código tributario de Estados Unidos.

 

“Apple no utiliza trucos fiscales (…), no traslada su propiedad intelectual a paraísos fiscales y los utiliza para vender sus productos de nuevo en Estados Unidos para evitar impuestos en el país”, aseveró Cook.

 

“Apple es uno de los mayores contribuyentes fiscales en Estados Unidos, donde ha pagado seis mil millones de dólares en el impuesto de sociedades en el año fiscal 2012”, agregó.

 

Ante estas declaraciones, el senador John McCain contestó:

 

“Apple dice ser el mayor contribuyente corporativo de Estados Unidos, por tamaño y escala, pero también es uno de los mayores evasores de impuestos de Estados Unidos”.

 

El senador republicano explicó que él ha defendido la modernización de sus leyes tributarias, mismas que -explica- son necesarias para evitar “estrategias de impuestos altamente cuestionables en las empresas, como el uso de Apple para evitar pagar impuestos en EU”.

 

Cook dará su testimonio hoy ante el Senado, momento en el que probablemente será interrogado sobre la ética en la conducta de Apple. Ahí deberá probar sus dichos.