Para ver carcajeándose de risa a Jesús Reyna García es porque en verdad ha ocurrido algo extraordinario. Quizá por eso amigos de su generación recuerdan, como si el tiempo no hubiera pasado, el día que Reyna contaba cómo un grupo de policías que lo había subido a una patrulla se lo llevó para ponerlo tras barandillas al suponer que el muchacho les había tomado el pelo.

 

-¡Soy el subprocurador de justicia!- había dicho a los policías que reprobaban su conducta de beber en vía pública.

 

-Si usted es el subprocurador, yo soy JF Kennedy- contestó uno de los elementos. Y furibundo lo amagó para treparlo a un automóvil de los setentas y trasladarlo al MP.

 

Cualquiera habría tenido razones para dudar. Reyna ni siquiera cumplía 27 años y tenía un rostro que lo hacía verse todavía menor. Sin embargo, como líder estudiantil de la Universidad Michoacana había mostrado un colmillo largo que le permitió a los 22 años aliarse al poder como secretario particular del gobernador Carlos Torres Manzo. “Es un cabrón que trabaja 25 horas al día”, decía muy contento el mandatario cuando lo presumía. Eso le permitió dar el salto a la subprocuraduría hasta que Cuauhtémoc Cárdenas ocupó la gubernatura.

 

En ese equipo no encontró espacio y mejor se trasladó a la ciudad de México para trabajar en el PRI, después en la Secretaría de Agricultura y de ahí a la desparecida Conasupo. Regresó como Procurador de Justicia en el 92 con el gobernador de Michoacán Ausencio Chávez.

 

Eran los primeros días de su cargo y le pareció extraño el modelo con el reencontró a los comandantes de su corporación: usaban carros último modelo y vestían con cadenas y anillos de oro. “Con tu salario y una vida honesta no aparecerías emperifollado”, les dijo uno a uno después de haber sido mandados a llamar en sus oficinas. Con un despido masivo intentó hacer una limpia.

 

Estuvo dos años en la procuraduría hasta que Chávez lo nombró Secretario General del gobierno y fue ratificado en el mismo cargo por Víctor Manuel Tinoco. Había hecho un grupo de priistas que se posicionaban en diputaciones locales y federales y con líderes sociales. No había empatía entre Fausto Vallejo y él. Eran adversarios internos. Del 96 al 2000 trabajó en la secretaría de Gobernación. Volvió a Michoacán con la candidatura a diputado federal la cual ganó en cerradísima contienda que acabó en los tribunales.

 

Hasta sus propios allegados lo describen como un tipo sin carisma, que no proyecta simpatías, ningún sentimiento ni esperanzas ni nada. Por más que intenta ser gracioso su cara hosca enfría cualquier acción. Pero en ese triunfo como diputado tuvo el apoyo de la Federación. Es un buen operador político, pero no de él mismo. Volvió a ser diputado local y posteriormente federal pero por la vía plurinominal.

 

En 2007, cuando Reyna fue candidato a gobernador, Vallejo fue candidato a presidente municipal. ¿Los resultados? Nada más en Morelia: Vallejo tuvo 110 mil votos frente a 60 mil de Reyna. Es la primera vez que el PRI pierde la gubernatura de Michoacán, Reyna se fue hasta el tercer lugar.

 

Los jaloneos internos más duros se habían exhibido desde 2001 cuando Vallejo era también candidato a presidente municipal. Reyna renunció a la presidencia del PRI en el estado dejando tirada la candidatura de su adversario natural interno y la del candidato a gobernador Alfredo Anaya.

 

Hasta 2011 fumarían la pipa de la paz. Humberto Moreira, entonces presidente del PRI, concilió. Y fortalecieron la operación política Manuel Cavazos Lerma, Reyes Baeza y Jorge Carlos Ramírez Marín. Hubo un acuerdo para que Vallejo buscara la gubernatura frente a Luisa María Calderón y en caso de ganarle a la hermana del Presidente de la República, Reyna se quedaría con la secretaria general. El acuerdo se hizo efectivo y Vallejo le delegó todo el poder.

 

-Te va a traicionar- le llegaron a decir sus asesores al gobernador.

 

-Reyna ha hecho todo bien- contestó.

 

Su posición como número uno de Michoacán dependerá del estado de cómo salga Frausto Vallejo de la operación, pero desde que ha estado ausente, la gobernabilidad se la ha complicado al hombre de cara antipática.

 

Perfil 

 

En 2000 fue electo Diputado Federal por el XI Distrito Electoral Federal de Michoacán a la LVIII Legislatura hasta 2003, en ese mismo periodo se desempeñó como Presidente estatal del PRI en Michoacán, y en 2004 fue electo Diputado al Congreso de Michoacán, y en 2006 fue por segunda ocasión electo Diputado Federal plurinominal a la LX Legislatura.

 

Fue aspirantes del PRI a la gubernatura de Michoacán en las Elecciones de 2007,1 y voces al interior de su partido lo señalan como el favorito para obtener la candidatura,2 hecho que acentúa aún más su solicitud de licencia como diputados a partir del 7 de julio de 2007. Finalmente el 7 de julio se confirmó su postulación como candidato de unidad del PRI a Gobernador del Estado.3

 

En la elección del 11 de noviembre obtuvo un total de 353,676 votos que significan un 24.30% de los sufragios emitidos, quedando en tercer lugar de las preferencias electorales tras Leonel Godoy Rangel y Salvador López Orduña, el mismo día de la elección reconoció su derrota.4

 

El 16 de noviembre de 2007 se reincorporó formalmente como Diputado Federal,5 durante la licencia su cargo fue ocupado por su suplente, José Luis Cerrillo Garnica.

 

Fue nombrado secretario general de gobierno del estado Michoacan por el gobernador Fausto Vallejo Figueroa, tras haber ganado la elección estatal.