A lo largo de la vida existen numerosos cambios en nuestra nutrición. Unas veces  queremos bajar de peso o  mejorar nuestros hábitos alimenticios; otras veces, deseamos nutrir a nuestro organismo pensando en el pequeño que llevamos dentro. Por ello es crucial una adecuada alimentación antes y durante el embarazo.

 

¿Qué recomendamos a las mujeres en etapa de gestación? Consideremos de entrada que en dicho estado aumenta la necesidad de vitaminas, minerales, proteínas y energía para el desarrollo adecuado del feto. No obstante, es momento de derribar el mito de “necesitas comer por dos”; la mujer embarazada requiere añadir solamente 300 kilocalorías a su alimentación diaria.

 

Usted se estará preguntando, ¿cuántos kilogramos puedo ganar durante el embarazo? La respuesta varía para cada mujer, normalmente con base en el peso previo. El Instituto  Médico de los Estados Unidos (IOM) sugiere lo siguiente:

 

  • Mujeres con peso normal, o sea, índice de masa corporal (IMC) de 18.5 a 24.9 kg/m2, pueden subir entre 11.5 y 15.9 kg.
  • Mujeres con peso bajo (IMC menor a 18.5 kg/m2) deben aumentar entre 12.5 a 18 kg.
  • Mujeres con sobrepeso (IMC entre 25 y 29.9 kg/m2) en el rango entre 7 y 11.5 kg.
  • Mujeres con obesidad (IMC mayor a 30 kg/m2) no más de 9 kg.
  • Tratándose de gemelos, incremento de 16.7 a 24.5kg en el caso de peso normal y de 11.5 a 19 kg si hay sobrepeso u obesidad.

 

 

Imprescindible recordar que la subida de peso por líquido amniótico y el propio bebé es relativamente pequeña; la mayor parte del aumento es por grasa necesaria para eventualmente amamantar.

 

 

A continuación algunas precauciones que comparto a mis pacientes embarazadas:

 

  • Suplementos

 

Una dieta adecuada aporta gran parte de los nutrientes que nuestro cuerpo requiere; por ello, no siempre es preciso tomar suplementos, ya que muchas veces resultan perjudiciales. Las mujeres únicamente deben recibir suplementación si es necesaria.

 

  • Ayunos prolongados

 

Permanecer constantemente en ayuno o consumir una dieta libre de hidratos de carbono puede ocasionar un déficit de energía para la madre y el bebé; eso podría interrumpir el crecimiento y desarrollo fetal; comer constantemente, si lo pide su cuerpo, no es malo; hacerlo con desorden o sin elegir alimentos sanos, sí puede serlo y de forma dramática.

 

 

  • Alcohol

 

La ingesta de alcohol durante el embarazo puede derivar en “síndrome del alcohólico fetal” que genera malformaciones y retraso mental. Al no haber estudios que demuestren el daño de una copa semanal al bebé, algunos países no lo prohíben (insistimos: no más de una copa semanal); yo les diría que no hay necesidad de incurrir en tal riesgo, pues se sabe que el alcohol cruza la placenta.

 

Hasta aquí una serie de sugerencias sobre lo que no se debe de hacer en cuanto a la alimentación durante un embarazo. La próxima semana hablaremos en este espacio sobre lo opuesto: las sugerencias respecto a la dieta ideal cuando se espera un hijo.

 

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