LONDRES. Los recortes brutales al gasto introducidos por los gobiernos europeos para hacer frente a sus problemas de deuda, no sólo han sumergido a la región en una recesión, sino que también son culpables (en parte) de brotes de enfermedades no vistas normalmente en Europa y de un incremento en la tasa de suicidios.

 

De acuerdo a investigaciones nuevas, desde que la crisis golpeó por primera vez en 2008, los servicios de salud y asistencia social en toda Europa han sufrido recortes presupuestales, los tratamientos médicos se han racionado y se han aplicado medidas impopulares, como tarifas a usuarios de hospitales.

 

Los países que han recortado más el gasto público —Grecia, España y Portugal— han tenido el peor resultado médico.

 

Martin McKee, profesor de Salud Pública Europea en la Escuela de Higiene y Medicina Tropical de Londres, mismo que encabezó la investigación, dijo que “las medidas de austeridad no han resuelto los problemas económicos y han creado además enormes problemas de salud”.

 

Afirmó que el empeoramiento de la salud no fue ocasionado solamente por el desempleo, sino también por la falta de un sistema de asistencia social. “La gente necesita tener esperanza de que el gobierno le ayudará a través de estos momentos difíciles”, agregó.

 

McKee dijo que el país que sufre más las consecuencias, es Grecia. Basándose en datos gubernamentales, él y sus colegas encontraron que la tasa de suicidios aumentó en 40 por ciento en 2011 en comparación con el de 2010.

 

El año pasado, el país griego reportó un incremento exponencial en la cifra de casos de VIH (virus de inmunodeficiencia humana) entre consumidores de drogas, a causa de adictos que comparten jeringas contaminadas, esto por la cancelación de programas de intercambio de agujas.

 

“Éstas no son enfermedades que esperaríamos ver normalmente en Europa”, afirmó Willem de Jonge, director general en Grecia de Médicos sin Fronteras.

Hans Kluge, de la oficina europea de la OMS (Organización Mundial de la Salud), recomendó a los países europeos, no realizar reformas de salud radicales durante una recesión.

 

Afirma que en cada sistema de salud hay espacio para realizar recortes, y aconsejó a los países a iniciar por medidas sencillas, como comprar más medicamentos genéricos o eliminar camas de hospital innecesarias.

 

En contraparte, los investigadores notaron una disminución en los accidentes viales, ya que más conductores prefieren usar el transporte público, esto ha ocasionado escasez de donación de órganos y trasplantes, particularmente en España e Irlanda.