Cientos de trabajadores laboran en turnos de 12 horas diarias, lo hacen durante 10 días seguidos y descansan cinco para concluir en mayo lo que será el primer tramo del Túnel Emisor Oriente. Se trata de la obra hidráulica de mayor envergadura en el país que –asegura Conagua- reducirá en 90% el riesgo de inundaciones en la capital del país.

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En las actuales condiciones, si el Túnel Emisor Central -actual sistema de desagüe- llega a colapsar, en el centro de la ciudad el agua podría alcanzar hasta cinco metros tras una lluvia intensa, explica Francisco Leal Flores, residente del tramo 1 del TEO.

 

Agustín Brena Puyol, investigador de Ingeniería Hidráulica de la UAM Iztapalapa, confirma la previsión. Con una lluvia de más de 70 mililitros que caiga en cinco horas -esto es 70 litros por metro cuadrado o tres garrafones y medio de agua en un segundo- la ciudad podría quedar bajo el agua.

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La construcción del TEO inició en 2009 y se prevé que la concluya en su totalidad a finales de 2016, con un costo total de 20 mil millones de pesos. Al primer tramo de 10 kilómetros le faltan todavía 800 metros que se espera queden terminados en mayo próximo, justo antes de la temporada de lluvias.

 

El túnel inicia en la conexión con el Río de los Remedios, en la colonia San Felipe de Jesús, delegación Gustavo A. Madero, al norte de la capital del país.

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Más adelante, en la Lumbrera 5, en el municipio de Ecatepec, Estado de México, que marca el fin del primer tramo, se observa a los trabajadores que soldan varillas formando “anillos”; detrás de ellos una máquina reviste de concreto la estructura métalica.

 

El diámetro del túnel es de siete metros, que serán continuos en sus 62 kilómetros totales, lo que permitirá el desalojo de hasta 150 mil litros de agua residual y de lluvia por segundo, esto duplicará la capacidad de desagüe actual, señala Leal Flores.

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El agua será trasladada del Valle de México hasta Atotonilco, en Tula, Hidalgo, donde se construye una planta para darle tratamiento junto con la que desaloje el Emisor Central y el Gran Canal.

 

Una vez que entre en funcionamiento el primer tramo, al llegar a la Lumbrera 5 el agua será conducida a través de un segundo túnel hacia la planta de bombeo El Caracol ubicada a unos 100 metros para después verterla en el Gran Canal.

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En total serán 24 las lumbreras con las que contará el sistema, cuyas profundidades irán de 26 hasta 150 metros. A través de estos “respiraderos” se dará mantenimiento a la obra y permitirán la expulsión de gases tóxicos que emanan del agua y que con el tiempo pueden corroer los materiales de los que está hecho el túnel.

 

El TEO funcionará de manera simultánea con el Emisor Central durante la temporada de lluvia, mientras que en época de sequía se alternarán sus funciones para brindarles mantenimiento.

 

EL CARACOL, PIEZA CLAVE

 

La planta de El Caracol tiene una función clave dentro del sistema: bombear hasta 40 mil litros de agua por segundo provenientes del Valle de México para depositarlos en el Gran Canal.

 

La planta cuenta con tres lumbreras. La primera, denominada “La rejilla”, de 16 metros de diámetro y 50 de profundidad, será una especie de coladera para separar los residuos sólidos, que luego serán extraídos a la superficie con un rastrillo mecánico.

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En las otras dos lumbreras –también conocidas como “cárcamos”- operan las 20 bombas que subirán el agua a las tuberías para depositarla en el canal. Cada uno de estos pozos tiene 20 metros de diámetro por 55 de profundidad.

 

“Para que funcione el total de las bombas hay 12 generadores, cada uno con un tanque para tres mil litros de combustible. Al encenderse, cada generador puede gastar 700 litros de diesel por hora”, José Antonio Juárez García, responsable de El Caracol.

 

Para asegurar el abastecimiento de combustible El Caracol cuenta con dos tanques, cada uno con capacidad para almacenar 352 mil litros. “Si pensamos que el litro de diesel está en 11 pesos, llenar ambos tanques costaría alrededor de ocho millones de pesos, y de requerir usar los generadores todos los días nos podríamos gastar todo el combustibles en 15 o 20 días”, comentó Juárez García.