Benedicto XVI había tomado la decisión de renunciar al papado hace ya mucho tiempo, tras el viaje a México y Cuba entre el 23 y el 29 de marzo de 2012, aseguró hoy el director del diario vaticano L’Osservatore Romano, Gian María Vían.

 

“La decisión del Pontífice fue tomada hace ya muchos meses, tras el viaje a México y Cuba y tras examinar repetidamente su propia conciencia ante Dios”, afirmó Vian, en un artículo publicado en el vespertino de la Santa Sede, en el señaló que la decisión la tomó “a causa de la avanzada edad”.

 

En esa misma línea, el cardenal secretario de estado, Tarcisio Bertone, aseguró hoy en la televisión pública italiana RAI que Benedicto XVI ha decidido renunciar “sólo porque ha notado que le faltan fuerzas, aunque no capacidad intelectual, que sigue siendo extraordinariamente lúcida y fecunda”.

 

El “número dos” de la Santa Sede señaló que la decisión “no era esperada”, que ha sido “impresionante” y “conmovedora”.

 

Bertone agregó que el papa ahora se retira a un convento para rezar y reflexionar y que “esperamos nos de aún algún consejo de su inteligencia”.

 

El “primer ministro” de la Santa Sede agregó que había visto al papa tras el anuncio de la renuncia y que le había visto “muy sereno” y tranquilo.

 

El salesiano Bertone subrayó también que Benedicto XVI es una persona excepcional, que deja una “gran herencia”.

 

Bertone destacó de papa su “inteligencia, capacidad de diálogo, de escucha y la dulzura en el trato”, así como la confianza que siempre le mostró “incluso en momentos difíciles”.

 

Vian, por su parte, subrayó que Benedicto XVI ha explicado con “claridad” que sus fuerzas “no son las más adaptadas para ejercitar de manera adecuada las obligaciones exigidas a quien es elegido para gobernar la Barca de Pedro (la Iglesia) y anunciar el Evangelio”.

 

“Por esto y sólo por esto el Pontífice, que sabe bien la importancia de este acto, con plena libertad, ha renunciado al ministerio de Obispo de Roma, para el que fue elegido el 19 de abril de 2005”, añadió Vian.

 

El director del diario vaticano destacó el respeto de Benedicto XVI a la normativa prevista por el derecho canónico “para la renuncia de un cargo que no tiene comparación en el mundo por el peso real y la importancia espiritual”.