El director de la organización El Poder del Consumidor, Alejandro Calvillo, pidió ser cautelosos con la participación de la iniciativa privada en la Cruzada Nacional contra el Hambre, para evitar un mayor posicionamiento de los llamados “alimentos chatarra”.

 

En entrevista indicó que la idea de recurrir a donaciones de las empresas para tratar de erradicar el hambre en el país es buena, pero es necesario supervisar cuáles productos aportarán, pues si no hay control puede obtenerse un resultado contrario al esperado.

 

“El gobierno tiene que educar en términos alimentarios a la población y evitar la publicidad aspiracional, porque ahorita están todas las empresas diciendo que quieren hacer donativos”, refirió.

 

En ese sentido manifestó su preocupación por que “ahí en los donativos empiezan a introducir los alimentos altamente procesados”, que deterioran los hábitos alimentarios.

 

Hay que reforzar la producción local y dar prioridad a los alimentos que se cultivan las comunidades en las que operará el Sistema Nacional contra el Hambre.

 

Calvillo Unna recordó que hay experiencias exitosas de que se pueden ofrecer a la población en zonas de alta marginación, en las que con cinco pesos pueden hacer desayunos nutritivos y transformar los círculos viciosos a virtuosos con el autoconsumo de productos saludables.

 

PIDEN MÁS LECHE MATERNA…

La misma organización pidió al gobierno federal que como parte de la cruzada contra la pobreza, se fomente la lactancia materna, sobre todo en las zonas rurales, donde se ha reducido de 38 a 18%, a pesar de los beneficios nutricionales y de protección de la salud que representa.

 

También solicitaron a las autoridades de salud aplicar acciones para regular las fórmulas lácteas y la práctica de cesáreas, que colocan a México como el país donde más se practican y con la más baja lactancia materna en América.

 

Ello, subrayaron, a pesar que está comprobado que la lactancia materna y los nacimientos por cesárea aumentan el riesgo de que los niños tengan problemas de sobrepeso y obesidad.

 

La coordinadora del área de salud alimentaria de el Poder del Consumidor, Xaviera Cabada, y de la investigadora de esa organización Katia García, insistieron que el aumento de cesáreas y la baja lactancia materna es por la falta regulaciones, ya que su consumo ha disminuído por causa de los engaños que difunden las empresas de las fórmulas lácteas, quienes les hacen creer a las madres que ese tipo de leche es más nutritiva.

 

Esa regulación es indispensable para proteger de los intereses económicos de los prestadores de servicios de salud y de la industria de las fórmulas lácteas, imposición que ha ido acompañada de la desinformación que existe en la población sobre los riesgos para la salud de esas prácticas.

 

Destacó que de acuerdo con la Encuesta Nacional de Salud y Nutrición 2012, el porcentaje de las mujeres que no amamantan en México es de 85.6%, cuando en 2006 señalaba que era de 22.3%.