MONTEVIDEO. El presidente uruguayo, José Mujica, viajará mañana a Caracas para “respaldar al Gobierno y al pueblo venezolano” el día 10, fecha de la asunción presidencial de su homólogo venezolano, Hugo Chávez, convaleciente en La Habana tras una cuarta operación por el cáncer que padece.

 

“La salud de Chávez no está en nuestras manos”, afirmó el mandatario en declaraciones exclusivas que publica hoy la página digital del diario La República.

 

El jefe de Estado uruguayo agregó que su “función” es “respaldar al pueblo y al Gobierno de Venezuela”.

 

Uruguay ejerce actualmente la presidencia temporal del Mercosur, el bloque regional que integran además Argentina, Brasil, Venezuela y Paraguay, aunque este último está suspendido debido a la destitución el pasado mes de junio por parte del Senado del expresidente Fernando Lugo.

 

El viaje de Mujica, que este martes debe ser autorizado por el Senado, está envuelto en la polémica porque el mandatario solicitó autorización al Parlamento, como exige la Constitución uruguaya cuando el presidente se ausenta del país por más de 48 horas, pero no dio detalles sobre el país al que pretendía dirigirse.

 

Varios legisladores opositores anunciaron al principio que no darían su voto si no se aclaraba primero cuál era ese destino.

 

La posible ausencia de Chávez en el acto de investidura ha desatado la controversia en Venezuela, donde el oficialismo defiende que se trata de un “formalismo” que el presidente puede cumplir con posterioridad mientras que la oposición sostiene que, en ausencia del gobernante, debe asumir temporalmente el presidente de la Asamblea Nacional y finalizar las funciones del actual Gobierno y por tanto del vicepresidente, Nicolás Maduro.

 

Mujica, un exlíder guerrillero de 77 años, mantiene una larga amistad con Chávez y se ha preocupado por su salud en repetidas ocasiones en los últimos días.

 

El presidente uruguayo le envió una carta deseándole una pronta recuperación, convocó a una misa católica para pedir por el gobernante venezolano de 58 años, pese a declararse ateo, y expresó su intención de viajar a Cuba para visitarle.