La plataforma perforadora Royal Dutch Shell Kulluk, de la compañía petrolera Shell, se ha convertido en el primer peligro de daño ecológico del año que inicia. La nave era remolcada en los últimos días del 2012 para mantenimiento hacia Seattle pero encalló tras quedar a la deriva con unos 541 mil litros de diesel y 45 mil más de aceite lubricante e hidráulico, tras enfrentar una tormenta en alta mar.

 

Kulluk efectuó actividades durante el segundo semestre de 2012 en el Ártico y cuando era remolcada quedó encallada frente a una pequeña isla cerca de la isla Kodiak, donde de acuerdo con personal de la Guardia Nacional Costera de Estados Unidos, las corrientes casi no la han movido.

 

Con vientos de hasta 100 km/hora y olas de hasta 11 metros de altura que se registran en el Golfo de Alaska, los equipos de emergencia fueron incapaces de asegurar la embarcación, informó el comandante de la guardia costera y jefe del equipo encargado de controlar el incidente, Shane Montoya.

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“Estamos entrando ahora en la fase de salvamento y de posible respuesta a derrames”, declaró en rueda de prensa en Anchorage.

 

Cuando la tormenta amaine y el clima lo permita, se prevé que los expertos marinos suban al Kulluk, tomen fotografías y videos, y presenten después un plan de salvamento más completo.

 

En tanto, más de 600 personas están en alerta en tierra desde el lunes pasado con preparativos en curso para hacer frente ante un posible derrame de combustible en un área del Parque Nacional de Kodiak que incluye ríos salmoneros y sitios arqueológicos.

 

El accidente ha dejado hasta ahora tres heridos leves y no se reportan daños ni derrames. Un helicóptero de la Guardia Costera informó no ha detectado brillos en el mar asociados a manchas de petróleo.

 

“No hay señales de que haya escapado algún producto”, dijo el capitán Paul Mehler, coordinador del equipo federal de respuesta para esta situación.

 

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Aquí un recuento del traslado fallido de Kulluk que hoy la coloca como el mayor riesgo de contaminación de inicios de año:

 

27 de diciembre. El problema inició cuando el mal tiempo en el Golfo de Alaska, con olas de hasta 11 metros, cortaron el cable del remolcador que transportaba a la perforadora para mantenimiento hacia el puerto Dutch Harbor, de las islas Aleutianas.

 

28 de diciembre. El remolcador tuvo graves problemas, esta vez por una avería en el motor, que le impidió seguir con el traslado de la plataforma, reportóAlaska Dispatch. Para mantener la seguridad de los tripulantes, la nave debió separarse de la plataforma, de acuerdo con regulaciones ambientales estatales y la Guardia Costera de EU.

 

29 de diciembre. La tripulación de Kulluk, de 18 personas, fue evacuada de la Guardia Costa con ayuda de helicópteros estadounidenses.

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31 de diciembre. La plataforma de petróleos Royal Dutch Shell Kulluk, de 290 millones de dólares, encalló en la costa de la deshabitada isla Sitkalidak, muy cerca del Parque Nacional de la Isla Kodiak, con una carga de 139.000 galones de diesel y 12.000 galones de aceite lubricante y aceite hidráulico, según el Departamento de Conservación Ambiental de Alaska, reportó Alaska Dispatch.

 

Enero 1 (2013). La situación fue tormentosa y los peligros fueron evidentes en las primeras comunicaciones de la Guardia. “No conocemos el daño. Estaba demasiado oscuro. El tiempo es horrible: las condiciones meteorológicas extremas y los mares agitados representan aún un obstáculo”, informaban sus primeros cables.

 

Enero 2. Los equipos de rescate bajaron por primera vez a bordo del Kulluk y encontraron daños y una serie de puertas violadas, informó el comandante Sean Churchfield. Agregó que los trabajadores fueron capaces de asegurar algunas de las puertas antes de salir de la plataforma

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Enero 3. Un segundo equipo fue capaz de continuar con la evaluación de daños, informó Seattle Times.

 

Empresa holandesa dirige el rescate

La compañía Smith Salvage, con sede en Holanda, fue contratada para organizar los trabajos de rescate, que, en el mejor de los casos, podría remolcar la plataforma de la orilla y levarla de vuelta al puerto para reparaciones.

 

Aunque si el daño es muy grave, podría ser difícil de reflotarla, informó en un reporte Seattle Times.

 

El diputado democrático Ed Markey, jefe de la Comisión de Recursos Naturales explicó que ”las plataformas petroleras no pueden hacer investigaciones seguras en las condiciones existentes en aquellas latitudes. En caso de un accidente, las consecuencias para el ambiente serían desastrosas”, según Alaska Dispatch.

Un programa de 4,500 mdd que genera alarma

 

El accidente del Kulluk es un contratiempo para el programa de perforaciones marítimas de Shell en Alaska. El cual está presupuestado en 4,500 millones de dólares.

 

El plan de Shell de convertir la zona en una nueva área petrolera alarmó a ecologistas y nativos, que advierten de que el programa de perforaciones amenaza a una región muy frágil que ya es afectada por el cambio climático.

 

No obstante, cuenta con fuertes apoyos en la industria.

Shell Artic Drill Ship

Los datos

 

El Kulluk pesa cerca de 28 mil toneladas. Fue construido en 1983 y estaba en la lista para ir a un deshuesadero antes de que Shell lo comprara en 2005. La compañía ha gastado hasta ahora 292 millones de dólares en mejorarla.