WASHINGTON. La aprobación del plan fiscal en Estados Unidos destapó fisuras entre los republicanos, que votaron divididos la noche del martes y ayer no ahorraron críticas contra el presidente de la Cámara de Representantes, John Boehner.

 

Boehner figuró en el grupo de republicanos que votó a favor del plan para evitar el “abismo fiscal”.

 

La aprobación de la ley en la Cámara Baja, por 257 votos a favor frente a 167 en contra, se llevó a cabo mucho después de que el Senado aprobara el plan por abrumadora mayoría, y contó con el “sí” de 85 republicanos, mientras que otros 151 la rechazaron.

 

Desde el pleno de la Cámara Baja, Boehner evadió hacer comentarios antes o después del voto de la medida, que convirtió en permanentes, para la mayoría de los estadunidenses, las rebajas fiscales introducidas en 2001 por el presidente republicano George W. Bush.

 

Las llamadas a la oficina de Boehner se topaban ayer únicamente con una grabación que advertía de “un alto volumen de llamadas” y reproducía melodías patrióticas.

 

Al final, 172 demócratas y 85 republicanos aprobaron el plan fiscal, mientras que 16 demócratas y 151 republicanos lo rechazaron, entre ellos el líder de la mayoría en la Cámara Baja, Eric Cantor, y el republicano ‘número tres’ en ese órgano, Kevin McCarthy.

 

Mientras, diversos líderes conservadores han recurrido a las redes sociales para airear sus protestas en contra del plan fiscal, que de hecho aumenta los impuestos para hogares con ingresos de más de 450 mil dólares.

 

El ex presidente de la Cámara Baja y ex candidato presidencial republicano Newt Gingrich dijo en su cuenta de Twitter que el Partido Republicano lleva ya dos meses “de derrota y rendición”, mientras que el magnate neoyorquino Donald Trump, próximo a los conservadores, dijo que los republicanos “¡podrían ser los peores negociadores en la historia!”.

 

“Boehner no tiene ninguna idea del daño que le está haciendo al corazón y alma del Partido Republicano”, se lamentó, por su parte, el comentarista Bryan J. Fischer.

 

El descontento hacia Boehner quedó de manifiesto el pasado 20 de diciembre, cuando éste no logró recabar apoyo entre sus correligionarios para sacar adelante su “Plan B” como alternativa a la propuesta de la Casa Blanca para evitar el “abismo fiscal”.

 

Pese a la rebelión de los republicanos en contra del plan fiscal en la Cámara Baja, nadie ha puesto en duda que Boehner mantenga su cargo como presidente de ese órgano, cuando el nuevo Congreso preste juramento hoy.

 

Poco después del voto en la Cámara Baja, el presidente Barack Obama dijo anoche que firmará el proyecto de ley pero no indicó cuándo, y regresó a Hawai para reanudar sus vacaciones junto a su familia.

 

Fuentes legislativas indicaron que el Congreso prevé enviar la medida a la Casa Blanca a lo largo de esta tarde. EFE

 

Newt Gingrich, quien aspiró a la candidatura presidencial por los republicanos, sostiene que su partido “lleva dos meses de derrota y
rendición”