El emperador de Japón, Akihito, deseó hoy un feliz año a los miles de personas que se acercaron hoy al Palacio Imperial de Tokio para el tradicional saludo de Año Nuevo, en el que el jefe de Estado alabó además la labor de los voluntarios en las zonas devastadas por el tsunami de 2011.

 

 

“Ha sido alentador el ver a mucha gente desplazarse a la zonas golpeadas por el desastre y esforzarse para ayudar a las personas afectadas”, dijo Akihito desde uno de los balcones del ala Chowa den del palacio, donde es costumbre que cada año se asomen miembros de la familia imperial para felicitar el año a los visitantes.

 

 

“Espero que este sea un mejor año, aunque sea solo un poco mejor, para cada ciudadano japonés”, añadió el emperador nipón, en declaraciones recogidas por la agencia Kyodo.

 

 

Junto al regente estuvieron también la emperatriz Michiko, así como el príncipe heredero Naruhito, y su mujer, la princesa Masako. El Príncipe Mikasa, tío del Emperador y actualmente el miembro más longevo de la familia imperial a sus 97 años, también hizo acto de presencia en lo que constituye su primera aparición pública después de ser operado del corazón el pasado mes de julio.

 

 

Akihito, de 79 años y que accedió al trono en 1989 tras la muerte de su padre, fue operado en 2003 de un cáncer de próstata y sigue en tratamiento para evitar una recaída.

 

 

VA POR MINERALES Y AVIONES

El Gobierno japonés planea adquirir entre uno y tres aviones espía estadounidenses Global Hawk para mejorar las capacidades de recolección de información de las Fuerzas de Auto Defensa (Ejército), informó hoy la edición digital del diario Yomiuri.

La compra de estos aviones no pilotados con gran autonomía de vuelo (más de 30 horas) permitirían al país asiático estrechar la vigilancia en zonas como las islas Senkaku/Diaoyu, cuya soberanía Tokio se disputa con Pekín, explicaron fuentes del nuevo Gobierno a Yomiuri.

Por otra parte, en los próximos días comenzarán a investigar una zona del fondo marino en el sureste del país donde un grupo de investigadores japoneses dijo haber localizado en 2011 reservas de tierras raras.

La Agencia Japonesa de Ciencia y Tecnología enviará en las próximas semanas un buque a la zona, situada en torno a la isla de Minami Torishima, unos mil 800 kilómetros al sureste de Tokio, según informó hoy la cadena pública NHK.

El equipo a bordo del barco extraerá sedimento de profundidades en torno a unos 5 mil 600 metros y analizará la tipología, la densidad y la distribución de las tierras raras que detecte.