WASHINGTON. El Senado de Estados Unidos (EU) aprobó por mayoría una prórroga de cinco años de una controvertida ley de espionaje que permite a las autoridades federales realizar escuchas telefónicas e intervenciones de correspondencia internacional de los estadounidenses sin permiso judicial.

 

 

Con 73 votos a favor y 23 en contra, el Senado prorrogó la ley de 2008 conocida como el “Acta de Vigilancia de Inteligencia Exterior” (FISA, en inglés), que renueva los poderes federales para la vigilancia electrónica, instituida durante la presidencia de George W. Bush (2001-2009).

 

 

La medida, que será enviada al presidente Barack Obama para su promulgación, amplía los poderes de la Agencia de Seguridad Nacional (NSA, en inglés), de tal forma que puede vigilar las llamadas y correspondencia internacionales de los estadounidenses.

 

 

En general, la ley FISA requiere que las autoridades federales obtengan el visto bueno de un tribunal secreto para realizar sus intervenciones electrónicas -aunque no haya causa probable-, pero el gobierno no requiere identificar a la persona o instalación que es blanco de esa vigilancia.

 

 

Las autoridades pueden comenzar su vigilancia incluso una semana antes de hacer la solicitud formal del permiso y continuarla durante un proceso de apelación en caso de que el tribunal secreto rechace la solicitud.