El reporte de una aeronave que llevaba 12 años sin despegar del hangar de la Procuraduría General de la República (PGR), debido a que su motor se encontraba en un estado y las hélices en otro, fue la gota que derramó el vaso y que provocó que, a principios de este año, la dependencia ordenara un proceso de investigación y depuración en todos sus servicios aéreos.

 

Luego de que 125 pilotos despedidos por la institución anunciaran que emprenderán acciones legales, autoridades de la PGR defendieron la decisión de restructurar del área, bajo el argumento de las anomalías que se detectaron en las auditorias practicadas hacían necesario el reordenamiento en el área.

 

Según la inspección, de las 98 aeronaves con que cuenta la Dirección General de Servicios Aéreos, la PGR concluyó que sólo ocho son útiles, por lo que además decidió recortar a 125 de los 145 pilotos con los que contaba.

 

La PGR entregó a este diario un informe en el que resume, de forma genérica, algunos de los resultados de la Verificación Técnico-Administrativa Mayor Ordinaria que realizó en enero la Secretaría de Comunicaciones y Transportes (SCT) en la Dirección General de Servicios Aéreos (DGSA) de la PGR.

 

El caso mas “extremo” era el de un avión por el que se continuaba pagando el seguro por accidentes, pese a que desde hace 12 años no volaba, pues le faltaban aeropartes: el motor de dicha aeronave se encontró en Cuernavaca y una hélice en Toluca, sin que existiera justificación para ello.

 

También llamó la atención el hallazgo de partes del fuselaje de helicópteros que no tenían etiquetas ni identificación alguna y que, efectivamente, se desconoce si pertenecen a aeronaves de la institución.

 

Más anomalías

 

De acuerdo con la información de la PGR, la Verificación Técnico-Administrativa Mayor Ordinaria arrojó múltiples irregularidades en los hangares, talleres de mantenimiento y almacenes de la DGSA.

 

Entre estas se encuentra el hallazgo de turbinas sin tarjeta de identificación, aviones en servicio subidos en gatos y montados inadecuadamente, llantas, motores y hélices mal almacenadas y sin protección o con otros objetos colocados encima, y llantas y otras aeropartes encontradas en sitios ajenos al almacén.

 

Los artefactos de desecho (denominado técnicamente material de condena) estaban en el piso y no en los contenedores o anaqueles de los almacenes, y se verificó la presencia de material químico vencido en sitios donde sólo deben tenerse los químicos útiles.

 

Además del problema de aeronaves mutiladas y partes de helicópteros sin identificar, en los hangares de la PGR se encontraron contenedores químicos con perforaciones y derrame de líquidos.

 

La verificación también constató la presencia de personal técnico que no tenía conocimiento del Manual de Procedimientos de los Talleres y se ubicó a encargados de talleres que desconocen sus funciones.

 

De igual forma se revisaron los simuladores de vuelo, los cuales no están actualizados y cuentan con software obsoleto que no fue reportado.

 

“Se trata de conductas que exhiben grave irresponsabilidad administrativa y técnica, y que podría haber propiciado incluso actos de corrupción”, concluye la PGR en su informe.

 

Buscan a diputados

 

El grupo de 125 pilotos despedidos la semana pasada por la PGR inició el contacto con diputados federales para buscar su apoyo en el proceso legal que iniciarán por considerar su despido como “injustificado”.

 

El capitán Enrique Rosales Villegas sostuvo que están estudiando una estrategia por varias direcciones, encaminadas a exigir la restitución de sus puestos de trabajo o en todo caso, el pago de liquidaciones por los años que laboraron en la institución.

 

Por su parte, el capitán Raúl Reyes señaló que si bien su plaza es de confianza, el trabajo que realizaban es de alto riesgo, y dijo que ya cuentan con el antecedente de otro compañero que interpuso una demanda laboral, y donde se resolvió que debía ser liquidado como corresponde a un trabajador de base.

 

PGR reveló anomalías en hangares:

 

Aeropartes sin identificar

Aeronaves mutiladas

Fuga de químicos

Falta de Manuales de Procedimientos

Simuladores de vuelo obsoletos

Motores y hélices mal almacenados