El King Air bimotor de casi tres décadas de servicio que se desplomó el martes matando a su seis ocupantes en Zacatecas, era uno de los dos únicos aviones en condiciones supuestamente aceptables, que le quedaban a la Procuraduría General de la República (PGR) para realizar operaciones aéreas de forma cotidiana.

 

El otro avión, de características similares, es aún más viejo, pues tiene más de 30 años de operar.

 

Por ello y para evitar un nuevo accidente, autoridades de la PGR informaron que se tomó la determinación de no recurrir a esa aeronave en los próximos días, ni rescatar alguno de los otros 96 aviones que tiene parados desde principios de año por desperfectos, hasta no realizarle una nueva verificación mecánica que permita establecer si alguno es recuperable.
Las operaciones que se tengan que llevar a cabo en el corto plazo se harán con el apoyo de otras instancias federales.

 

La crisis en la Dirección General de Servicios Aéreos (DGSA) de la PGR comenzó durante la administración de Rafael Macedo de la Concha en la PGR, durante el sexenio foxista (200-2006), y terminó con la ex procuradora Marisela Morales, en 2012.

 

En un periodo de diez años, entre el 2002 y 2012, la DGSA pasó de contar con una flota de 166 aeronaves  y 833 empleados, a solo 98 aeronaves y 400 empleados. Es decir, en una década la Procuraduría perdió la mitad de sus aeronaves.

 

Convenios con otras instancias federales y estatales para cederles aeronaves y malos manejos de recursos durante ese lapso, provocaron la reducción de la flota de la PGR.

 

Pero el problema no terminó con la reducción de sus aeronaves. El año pasado, una revisión Técnico-Administrativa Mayor Ordinaria ordenada por la Secretaría de Comunicaciones y Transportes (SCT), y dos auditorías, una extranjera y otra nacional, revelaron que apenas 8 de las 98 aeronaves con las que contaba la PGR estaban en “condiciones óptimas” de vuelo.

 

El origen del mal

 

24 HORAS publicó que las anomalías en el área fueron desde aspectos como falta de manuales de procedimientos o simuladores obsoletos, hasta fallas mayores como aeronaves mutiladas, aviones sin identificar y fuga de químicos en los talleres de mantenimiento, entre otros.

 

La determinación que tomó  la ex procuradora Morales, entre octubre y noviembre del año pasado, no fue el rescate del área, sino el despido de 213 trabajadores del área, entre ellos 125 pilotos y el resto trabajadores de mantenimiento y administrativos. La forma fue a través de un oficio donde se les indicó que como ya no había suficientes aeronaves, sus servicios “no se justificaban”.

 

A principios de año, la actual administración de la PGR realizó una nueva revisión de las aeronaves, y se concluyó que no eran ocho sino dos las aeronaves en condiciones de vuelo. Una de ellas se desplomó el martes en Zacatecas.

 

Se salvan Murillo y Benítez

 

La aeronave King Air 300, 1985, matrícula XC-LMV, que se desplomó en Zacatecas con saldo de seis personas muertas,  fue utilizada este mismo año por el titular de la PGR, Jesús Murillo Karam, quien viajó en ella el pasado 23 de marzo a Zacatecas.

 

No solo eso, la misma aeronave fue utilizada por la subprocuradura Jurídica de PGR, Mariana Benítez Tiburcio, en tres ocasiones este mismo año para viajes en el interior del país.

 

“El avión que se estrelló era uno de los dos que nos quedaban (…) la flota de PGR llegó a ser la más grande de América Latina, pero se donaron aviones a Policía Federal, al Ejército y hasta a gobierno locales”, reconoció Murillo en una entrevista de televisión.

 

El Procurador dijo que se trabajará de inmediato para resolver esta situación en dos vías: modificar el sistema de distribución de reos en cárceles, y adquirir aviones que sean funcionales. El año pasado, la PGR realizó 29 mil traslados en aeronaves propias y rentadas.

One reply on “Aterriza PGR su “flota””

Comments are closed.