El encuentro entre Barack Obama y Enrique Peña Nieto debe servir para definir de manera precisa los términos de la relación entre los dos países, afirmó Silvano Aureoles, coordinador del PRD en la Cámara de Diputados.

 

Asimismo, dijo que en este encuentro se debe dejar claro que México “no puede seguir siendo por un lado el patio trasero de Estados Unidos ni el país que le haga el trabajo sucio o que le resuelva los problemas”.

 

Aureoles Conejo señaló que la reunión del mandatario de Estados Unidos y el presidente electo de México, que se celebrará el martes debe ser aprovechada para iniciar una nueva etapa que deje atrás la época de “las enchiladas completas y los patios traseros”.

 

En un comunicado consideró que la relación entre ambos vecinos debe basarse en el respeto, la cooperación y el reconocimiento mutuo de que la mayoría de los problemas que se viven en la frontera y hacia el sur son responsabilidad de ambas naciones.

 

“No ha habido hasta ahora una definición precisa, sólo han sido discursos con buenas intenciones que en la práctica no se concretan”, criticó el legislador federal del Partido de la Revolución Democrática (PRD).

 

Subrayó que problemas como el narcotráfico, la delincuencia organizada y la falta de voluntad de Estados Unidos para reconocer en su justa dimensión el tema migratorio, no es sólo problema de México, sino de ambas naciones.

 

Por ello, al señalar que el país no está para más promesas en torno a una reforma migratoria y que “hoy se requieren compromisos claros, no sólo discursos protagónicos o mediáticos”, dijo que “sería una lástima desperdiciar ese encuentro”.

 

El perredista añadió que Peña Nieto puede sacar a colación que Obama pudo reelegirse gracias al voto de mujeres, hispanos y latinos, lo que representa un compromiso para impulsar la reforma migratoria y atajar iniciativas racistas, como la Ley SB1070 en Arizona.