El líder de los senadores perredistas, Miguel Barbosa, pidió al presidente electo de México, Enrique Peña Nieto que su próxima reunión con el mandatario estadunidense Barack Obama no sea sólo “un encuentro mediático ni para tomarse la foto”.

 

En entrevista, el legislador consideró que el próximo presidente de la República tiene que ser muy enérgico durante el diálogo que tendrá con Obama el 27 de noviembre para plantear una relación de corresponsabilidad en temas como migración, seguridad fronteriza y tráfico de armas.

 

“Por las notas de los medios de comunicación sabemos cuáles temas figuran en el encuentro Obama–Peña Nieto, pero esta reunión no debe limitarse a un simple inventario de temas pendientes”, remarcó el coordinador legislativo del Partido de la Revolución Democrática (PRD).

 

Barbosa Huerta subrayó que “no se trata de repetir la misma historia o las mismas declaraciones cada que ocurre una renovación en los gobiernos”, y consideró necesario que Obama y Peña impulsen reformas importantes para responder a las demandas sociales más apremiantes.

 

Dijo que la población de los dos países espera resultados concretos e inmediatos de sus gobiernos, por lo que en la reunión del próximo 27 de noviembre deben producirse los primeros acuerdos que tendrían que aplicarse antes de que termine este año o a principios del siguiente.

 

“Es urgente establecer en la agenda bilateral acciones creativas que permitan resolver de manera efectiva los problemas de seguridad, migración, derechos humanos y desarrollo económico”, aseveró el también presidente del Instituto Belisario Domínguez del Senado.

 

Indicó que por ello “debemos insistir en la agenda migratoria, fundamental para ambos; en la seguridad fronteriza y en detener el tráfico de armas que tanto daño nos ha hecho”.

 

Miguel Barbosa dijo que ahora que Barack Obama fue reelecto para un periodo de cuatro años más como presidente de Estados Unidos “es el momento de saldar la deuda con la población latina que hizo posible su triunfo electoral del pasado 6 de noviembre”.

 

“Barack Obama está en deuda con el voto latino y debe impulsar las reformas en beneficio de este sector, cada día más importante en la sociedad norteamericana, en materia económica y política”, indicó.

 

México, por su parte, no puede regresar al pasado con la llegada del PRI a partir del 1 de diciembre; “somos un país plural y la agenda internacional, particularmente con Estados Unidos, no puede definirse desde la oficina del presidente electo”, insistió.

 

En ese sentido, adelantó que los senadores del PRD impulsarán una nueva relación entre México y Estados Unidos “con visión de largo plazo, con beneficio y desarrollo para el país, en especial de aquellas que están al norte de México”.

 

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