Dos artístas e investigadoras mexicanas recientemente desarrollaron un traje para hacer “empatía” con otros seres humanos como resultado de la investigación teórico-experimental de lo que llaman “piel tecnológica”. Se utiliza en funciones artísticas.

 

“Empatía” es un vestuario interactivo que permite a través de sensores de pulso cardio-vascular percibir la palpitación del usuario o portador, lo que permite explorar posibilidades dramatúrgicas para representar lo que nos vicula como seres humanos aprovechando la tecnología.

(Foto: Erick Palacios | Cortesía)

En entrevista con 24 HORAS, Myriam Beutelspacher, fundadora junto con Minerva Hernández del Laboratorio de Artes Performáticas con Tecnología, Translab, del Centro Multimedia, nos cuenta del proyecto desde sus orígenes.

 

“La Empatía, surge de dos conceptos fundamentales: el de mente colectiva y el de neurona espejo, lo que permite sentir lo que el otro está sintiendo” señala.

(Foto: Erick Palacios | Cortesía)

 

Cada traje con aproximadamente 10 metros de fibra óptica conectados a un microcontrolador del cual se desprenden 4 sensores de pulso, uno para el performer o los otros tres para compartir con el público, permite que otras personas se sumen a esa palpitación y se convierta en un latido colectivo, a través del ritmo y el color.

 

El cambió de la frecuencia cardiaca origina una gama cromática de acuerdo a la intensidad donde el color rojo es el de más alta frecuencia mientras el más bajo es el blanco o violeta.

 

Myriam Beutelspacher y Minerva Hernández. (Foto: Toker Diego | Cortesía)

 

A decir de Myriam, Empatía, no es algo nuevo ya que otros artistas que han incorporado interfaces y dispositivos ergonómicos a las artes performáticas desde décadas atrás. “Incluso hay quien pegó bocinas a su cuerpo o también otro tipo de vestuarios lumínicos”.

 

Sin embargo, el hardware diseñado por ellas basado en LilyPad de Arduino, significó todo un reto, “es difícil llegar a un equilibrio cuando se desarrolla tecnología desde cero porque es muy demandante y es difícil estabilizar una plataforma tecnológica. El tiempo que te absorbe la tecnología reduce el tiempo para explorar y jugar con ella” aclara.

(Foto: Erick Palacios | Cortesía)

 

Respecto a los nuevos medios tecnológicos y su riesgo de pérdida de humanidad, Myriam nos comenta el otro aspecto que le dejó Empatía, precisamente en los niños, que están tan cercanos a la tecnólogía, donde observó que realmente eran ellos los que se interconectaban mejor.

 

“Y es que en su aprovechamiento los niños detonan otros imaginarios, no tan destructivos y sí más esperanzadores con respecto la tecnología”.

(Foto: Erick Palacios | Cortesía)

 

Empatía se incluye en la exposición multimedia: “empatía_tiempo_espacio” presente en la Celda Contemporánea de la Universidad del Claustro de Sor Juana, hasta el  8 de diciembre.

 

Para conocer más de los proyectos que desarrollan visita la página translab.cenart.tv  y @translab, facebook.com/Translab.