NUEVA YORK. El mercado tecnológico Nasdaq suspendió la cotización de los títulos de Google a petición de la propia empresa, después de que las acciones del monstruo de Mountain View se desplomaran más de 10.5% en minutos, equivalente a una pérdida de más de 26 mil millones de dólares, tras divulgarse por error y sin “maquillar” resultados muy decepcionantes del tercer trimestre del año.

 

Con por lo menos cuatro horas de anticipación, y antes de ser corregidos por los empleados de la firma responsables de hacerlos públicos, Google soltó su resultado financiero correspondiente al periodo que comprende de julio a septiembre, en el que dejó claramente al descubierto que su ganancia neta cayó 20.2% con respecto al mismo lapso de 2011.

 

La accidentada jornada comenzó cuando, a media sesión, las cuentas de Google aparecían publicadas sin el visto bueno de la empresa en la página web de la Comisión del Mercado de Valores de Estados Unidos (SEC, por sus siglas en inglés), mucho antes del cierre de los mercados.

 

La información cogió por sorpresa a todos, a la empresa, a los analistas y a los agentes de bolsa. Fue un escándalo que rápidamente circuló por toda la red, los medios electrónicos y de boca en boca en todo el planeta.

 

Las cifras fueron peores de lo esperado por los analistas por lo que decepcionaron a los inversionistas y los títulos de Google comenzaron a caer del tobogán.

 

Google solicitó la suspensión de la negociación de sus acciones en el mercado del Nasdaq para calmar los ánimos y poner sus cosas en orden. Nadie en la empresa tenía idea de qué responder al momento de recibir las llamadas de los inversionistas, analistas y la prensa, que preguntaban qué es lo que pasaba.

 

Tras más de dos horas de suspensión, los títulos volvieron a negociarse durante 40 minutos, pero al cierre de los mercados las pérdidas se redujeron de 10.5% a 8.01%.

 

La empresa explicó que la divulgación de los datos antes de lo previsto se debió a que la compañía RR Donnelley, dedicada a la gestión de información financiera, los envió por error a la SEC antes de lo previsto y sin autorización de la empresa de Larry Page y Sergey Brin.

 

El documento enviado a la SEC con fecha de este jueves 18 de octubre de 2012 es un comunicado de prensa que incluye la mención “a falta de una cita de Larry”, lo que apunta a que es un borrador del que faltan algunas frases del CEO de Google.

 

RR Donnelley asumió el error y declaró posteriormente que se había puesto en marcha una investigación interna para esclarecer lo ocurrido.

 

Por la tarde, ni Page ni el resto de los ejecutivos que tuvieron una conferencia telefónica para presentar los resultados se refirieron al desbarajuste bursátil y se centraron en hablar del creciente mercado de dispositivos móviles. EFE y AP