De enero a agosto de 2007, durante el primer año de la administración del presidente Felipe Calderón, el país registró poco más de 6 mil 800 homicidios dolosos a nivel nacional. Cinco años más tarde, la cifra total de muertos se duplicó.

 

Los datos reportados por las Procuradurías locales al Sistema Nacional de Seguridad Pública (SNSP), evidencian que trascurridos los dos primeros cuatrimestres de 2012, el país acumula 14 mil 70 casos de homicidios violentos.

 

De mantenerse la misma tendencia este año, la actual administración federal cerraría con un incremento de 105% en el número de homicidios, en comparación con el número de crímenes que se cometieron en 2007.

 

De hecho, Chihuahua, Guerreo, Nuevo León, Sinaloa, Estado de México y Tamaulipas, acumularon en los primeros ocho meses de 2012, un total de 6 mil 647 homicidios dolosos; es decir, casi la misma cifra de los que se registraron en el primero año del sexenio, pero en todo el país.

 

La radiografía del índice criminal, también se transformó durante el gobierno calderonista.

 

De enero a agosto de 2007, los estados que acumulaban el mayor número de homicidios dolosos eran Oaxaca con 748, Estado de México con 673, Guerrero con 543, Sinaloa con 473, Distrito Federal con 452, Michoacán con 358 y Veracruz con 317.

 

En 2012, los estados con mas homicidios son Chihuahua con mil 538 muertos, Guerrero con mil 483, Nuevo León con mil 111, Sinaloa con mil 002, Estado de México con 904, Jalisco con 777, y Morelos con 572.

 

La disputa entre grupos del crimen organizado, es el común denominador entre las entidades federativas que registran la mayor cantidad de homicidios dolosos, pese a los operativos coordinados puestos en marcha.