Hay razones para dudar acerca de la reforma migratoria anunciada por el gobierno cubano y deja mucho que desear en torno a las expectativas que los cubanos se habían formado acerca de dicho cambio en la ley, pero lo ven como un avance y una muestra de flexibilidad, dice bloguera.

 

En entrevista con Radiofórmula, Yoani Sánchez, la bloguera cubana, dijo que querían un cambio más profundo, esperaban que pudieran entrar y salir, en su lugar obtienen un avance en tanto que se elimina el procedimiento de solicitud de permiso de salida para los viajes al exterior y se deja sin efecto el requisito de la carta de invitación.

 

La cubana mostró preocupación al apuntar que a pesar de los cambios que el gobierno de su país anunció se reserva el derecho a decidir qué cubanos pueden o no tener pasaporte, porque a pesar de que el aspecto burocrático se suaviza, el espectro ideológico se mantiene.

 

Para el 14 de enero todos deberán haber renovado su pasaporte y quien no lo hiciera así tendrá que hacer un trámite para conseguir una legalización adicional del actual pasaporte mediante un sello. Yoani considera que ese es el meollo de la ley, “¿Quiénes tienen derecho al sellito y quiénes no? ¿Pensar diferente y decirlo públicamente costaría el sellito?”

 

El pasaporte nuevo pasaporte tendrá una vigencia de 6 años pero casda dos años se tiene que renovar, por lo que la renovación se supedita a la decisión del gobierno, es decir, “si es un médico, o una persona con una persona que tenga postura crítica y que afecte la integridad y soberanía nacional, se le quitará el sello y el pasaporte.”

 

La filóloga Yoani resaltó que la medida no es de la envergadura que quisieran pero tampoco del inmovilismo que quisiera el gobierno cubano. “Si fuera por Raúl Castro y por las autoridades cubanas no moverían nada, lo dejarían tal como está… sin embargo han tenido que llegar hasta aquí, al menos hacer esta escaramuza de ley porque la presión nacional e internacional era ya insostenible el hecho de que personas del siglo XXI tuviéramos que comportarnos como aldeanos de una aldea medieval.”

 

Yoani mantiene reservas pero invita sus conciudadanos experimentar límites de legalidad, y denunciar cuando se demuestre que esos límites son estrechos ideológicamente.