El multimillonario Ricardo Salinas Pliego dijo que quiere ofrecer depósitos bancarios sin comisión y préstamos a más largo plazo a los consumidores estadunidenses de bajos ingresos, con el propósito de exportar su modelo latinoamericano de negocios a la economía más grande del mundo.

 

“Lo que nos gustaría hacer es tener el mismo modelo que tenemos en nuestros otros ocho países: un banco para las personas en la parte inferior de la pirámide”, dijo Salinas en una entrevista en Washington. “Es una cuestión de regulación, una cuestión de convencer a las autoridades correctas de que es algo que se requiere. Estamos trabajando en ello”.

 

Salinas, de 56 años, busca un mayor acceso a los consumidores de Estados Unidos y entrar al mercado luego de que su empresa Grupo Elektra pagó 655 millones de dólares en abril por la empresa de micropréstamos Advance America Cash Advance Centres de Carolina del Sur.

 

Salinas ocupa el puesto número 81 entre las personas más ricas del mundo, de acuerdo con el índice de multimillonarios de Bloomberg, con una fortuna valorada en 11 mil 200 millones de dólares. Acumuló su riqueza convirtiendo la compañía fundada por su abuelo en un imperio minorista y de préstamos con presencia en Latinoamérica que proporciona efectivo o artículos como refrigeradores y televisores a consumidores de bajos ingresos por un interés que a la larga puede costar tanto como el préstamo mismo.

 

Aunque los préstamos requieren un elevado interés por su tamaño y riesgo, proporcionan recursos financieros a un grupo de personas que de lo contrario no tendrían acceso a los servicios bancarios, dijo Salinas.

 

“La parte inferior de la pirámide existe, incluso en Estados Unidos”, dijo tras un discurso en la Cámara de Comercio de Estados Unidos. “Es impresionante el número de familias que han quedado excluidas del sistema financiero tradicional de Estados Unidos. Y con esta crisis económica, todavía más familias encuentran en esa situación”.

 

DEMANDA CONTRA LA BMV

 

Elektra, con sede en la Ciudad de México, demandó a la Bolsa Mexicana de Valores por la decisión del operador del mercado bursátil de cambiar la manera que calcula la ponderación de las empresas en su índice de referencia. Los cambios, anunciados en abril, hicieron que las acciones de Elektra cayeran por temor a que la empresa quedara excluida del índice. Elektra consiguió una orden temporal que pide a la Bolsa no aplicar su nueva fórmula a las acciones de la compañía.

 

“Quiero proteger a mis accionistas minoritarios”, dijo Salinas, cuya familia es dueña de 70.5% de las acciones de Elektra. “No estoy vendiendo mi acción. No me importa si sube o baja, pero muchas personas se vieron afectadas por esta decisión equivocada y pensamos que tenemos el derecho y la obligación de cuidarlas”.

 

Se negó a hacer más comentarios sobre la demanda.

 

“La obligación de la Bolsa al diseñar el índice es precisamente proteger a todos los accionistas”, dijo el director general de la Bolsa Mexicana de Valores, Luis Téllez, en una entrevista. La fórmula de ponderación de la empresa tiene el propósito de asegurarse de que las compañías tengan “suficientes acciones a fin de que estas acciones pueden ser adquiridas en el mercado, y eso es básicamente lo que se hizo”, dijo.

 

En los seis primeros meses de este año las ventas de Elektra fueron de 32 mil 200 millones de pesos (dos mil 500 millones de dólares), 40% más que en el mismo periodo de 2011, porque más mexicanos pidieron préstamos en las tiendas de Elektra y Banco Azteca, filial del Grupo. Las ganancias operativas crecieron 55% en el mismo lapso.

 

“No creo que podamos saturar el mercado. Es enorme”, dijo Salinas. “La calidad de nuestra cartera de préstamos es extremadamente buena, así que realmente es sólo una cuestión de continuar sobre la misma línea, y nos irá bastante bien”.

 

Una sociedad en el mercado de telefonía móvil de México con Grupo Televisa “está dando frutos”, dijo Salinas. A principios de este año el multimillonario vendió una participación de 50% en la empresa de telefonía móvil Grupo Iusacell a Televisa por mil 600 millones de dólares. Se negó a proporcionar datos sobre los suscriptores o metas para la compañía con sede en la Ciudad de México.